Desde octubre se inició con los trabajos para demoler el edificio de la Biblioteca Nacional con la intención de construir una nueva infraestructura, sin embargo en casi un meses los avances han sido pocos, así lo explicó un miembro del Cuerpo de Agente Metropolitano (CAM).
El avance que se ha tenido es mínimo, es bien complejo este trabajo porque lo primero que se debe hacer es adecuar de manera segura los trabajos internos, por eso están estos muro perimetrales, para seguridad tanto del trabajador como del peatón". Agente del CAM de San Salvador.
Los muros que se han construido obstruyen el paso de la Avenida Cuscatlán, la 6ª Avenida y la Avenida Monseñor Romero sobre el sentido Norte, esto provoca molestía en los vendedores informales que aún no han sido trasladados de esas avenidas.
"Hubiese sido bueno que no hubieran destruido nada y esperar que pase diciembre y ya en enero hubieran empezado a trabajar, en realidad ya nos habían dicho dónde nos iban a acomodar, pero esta semana se detuvo, supuestamente porque los vendedores de allá no querían", aseguró José Kevin, vendedor de ropa que aún permanece sobre la Avenida Cuscatlán.
Kevin añadió que al colocar esos muros les afecta porque nadie pasa sobre esa calle, y cada día que pasa se traduce en pérdidas para ellos, sobre todo en esta época del año, pero que esperan indicaciones de su nueva ubicación.
El agente del CAM explicó que la reubicación de los comerciantes que ya fueron trasladados a otros espacios: "los que estaban en la Avenida Cuscatlán ahora están ubicados sobre la 8ª Avenida, los que estaban en la 6ª Avenida están en la 1ª Avenida y los de la Avenida Monseñor, en la 4ª Avenida y 8ª calle’’.
Finalmente, el agente aclaró que los muros se construyeron con el único objetivo de "resguardar la seguridad" de los trabajadores y de los peatones, para evitar cualquier accidente porqué, según él, los salvadoreños son "muy curiosos".