Durante el fin de semana, autoridades de Protección Civil evacuaron a 75 personas de la zona de la Laguna Verde, en Apaneca, Ahuachapán, por actividad sísmica concentrada en los alrededores de este cuerpo de agua.
Desde la mañana del sábado, Protección Civil evacuó a 15 familias hacia el Centro Escolar cantón Palo Verde, a unos 500 metros de la laguna. Entre los afectados hay 26 menores de edad y 20 adultos mayores, detalló la institución en su cuenta de Twitter.
Autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), atendieron a la localidad para evaluar la sismisidad; debido a que los sismos reportados tienen una ocurrencia muy focalizada en la laguna, y no han sido sensibles en otras zonas de Ahuachapán, la estación sísmica Las Nubes, la más cercana a la zona -a 1.5 kilómetros al noreste de la laguna-, no registra ningún tipo de actividad sísmica desde el 9 de noviembre.
Protección Civil reportó ayer que los lugareños habrían avistado burbujas sobre el espejo del lago, y algunos incluso señalaron olor a azufre, por lo que los técnicos del MARN supervisaron la temperatura y concentración ácida del agua, para tratar de descartar algún tipo de actividad volcánica.
Eduardo Gutiérrez, vulcanólogo del MARN, detalló que “las pruebas preliminares de temperatura y grado de acidez del agua se encuentran en valores normales”, es decir, con una temperatura de 22 grados, -la temperatura ambiente en la zona-, “y un pH de 7 unidades, lo que indica que no tiene una contaminación de gases volcánicos”.
Por su parte, Manuel Díaz, gerente de Geología del MARN, explicó que la sismisidad no responde a actividad volcánica o al movimiento de fallas, sino a un deslizamiento de tierra, “una masa de suelo de forma semicircular que en su parte más ancha mide aproximadamente 40 metros, que se ha desplazado”.
Esta masa de tierra, añadió, tiene un desnivel de más de un metro y fue originada por un deslizamiento, a causa de fuertes pendientes en el terreno, la época lluviosa, y la sismisidad de la semana pasada.
“En Laguna Verde no dudamos que el temporal de octubre ha de haber precipitado el movimiento, la concentración de lluvia máxima que tuvimos fue cerca de aquí”, añadió Díaz, quien destacó que el tipo de suelo de la zona, arcilloso, es aún más propenso a deslaves.