Las mayores desigualdades en el año 2020 fueron detectadas en el área rural del país, con especial énfasis en el acceso a internet.

Solo un 36 % de los niños entre 0 y 7 años fueron matriculados para estudiar el año pasado, así lo reveló el informe de coyuntura social de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).


En términos generales, de los 854,854 niños entre los 0 y 7 años, 5,748 se inscribieron en centros de atención inicial del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (ISNA), y 305,726 en centros educativos para estudiar en el 2020.


En cuanto a la recepción de la educación inicial, solo un 5.5 % de los niños de 0 a 3 años recibieron atención educativa formal, donde se incluye a un 56.7 % de los niños de 4 a 6 años, y un 88.6 % de los niños de 7 años estudiaban para el 2020.




En cuanto a la cobertura, la mayoría de la primera infancia ha estado fuera del sistema educativo formal a lo largo del tiempo, pero hay diferentes comportamientos en él, por ejemplo, casi todos los niños de 0 a 3 años no asistían a un centro educativo o atención inicial, principalmente porque los padres no quieren o considera que sus niños son muy pequeños”. Gabriela Góchez, investigadora de Fusades.



Además, la brecha se amplía cuanto más pequeño es el niño, pues mientras que el 11.4 % de los niños de 7 años no recibieron educación formal, un 72.9 % de los que tenían 4 años no fueron parte del proceso educativo, y el más alto es el grupo de 0 a 3 años con un 94.5 %.


El informe también señaló que la brecha digital propició la posibilidad de que la tasa neta de asistencia bajara aún más que el año pasado en el sector de primaria, que cerraría con 2.2 % menos que en el 2019.




Hay más niños sin atención educativa en las edades tempranas: de 0 a 3 años, 4 años y 5 años; la mayoría de los de 6 y 7 están estudiando. En particular, los niños en edad para estudiar el nivel inicial están fuera del sistema educativo sin importar la condición socioeconómica”. Informe de coyuntura social de Fusades.



Durante la presentación del informe, Góchez reconoció que existen políticas en torno a la primera infancia como Crecer Juntos, el Plan Torogoz, así como la estrategia de continuidad educativa del Ministerio De Educación, pero manifestó que no existe “una claridad” de lo que ya se está implementando.


La investigadora señaló que existen necesidades prioritarias “sin acciones definidas o presupuesto asignado” como la sensibilización a las familias sobre la importancia del desarrollo infantil temprano, considerado “importante” para la miembro de la fundación.




Es particularmente importante, ya que vemos de las razones principales de la asistencia y deserción de la primera infancia es porque los padres no quieren que asistan a la escuela o consideran que están muy pequeños”, agregó.



Retrasos en desarrollo


La institución destacó en el documento que al menos cuatro de cada 10 niños no estudian el grado que le corresponde. Y debido al cierre de las escuelas, 27 mil niños entre los 3 y 4 años enfrentaron retrasos en su desarrollo.



Salud


En el ámbito de la salud la fundación reporta una reducción de asistencia al sistema público, pasando de 72.1 en el 2019, a 71.3 % en el 2020, sin embargo, la asistencia a clínicas privadas aumentó de 19.1 % a 22.3 %.



Desigualdades


Las mayores desigualdades en el año 2020 fueron detectadas en el área rural del país, con especial énfasis en el acceso a internet, agua por cañerías y el contar con un seguro de salud.


Fusades interpreta este último factor como que en el marco de la pandemia, debido a que no se contaba con un sistema de salud, las personas optaron por destinar parte de sus ingresos para este factor.


El informe de Coyuntura Social es presentado por la fundación desde hace 11 años, y la última versión hizo énfasis en la necesidad del desarrollo de las capacidades desde la primera infancia.