José Adán Salazar Umaña, "Chepe Diablo" / Óscar Machón.


Testigos vinculan a José Adán Salazar Umaña alias “Chepe Diablo” y al exalcalde de Metapán, Juan Umaña, como los principales cabecillas de una estructura que traficaba droga en medio de mercadería, como lácteos, desde Nicaragua a El Salvador teniendo como destino la zona occidental del país, la frontera de Anguiatú y el vecino país de Guatemala.

Ocho agentes antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (PNC) declararon ayer ante el Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador donde además de los supuestos cabecillas, figuran como imputadas Susana Salazar de Cruz, Sara Paz Martínez Bojórquez y Romelia Guerra Argueta, a quienes la Fiscalía General de la República los acusa de lavado de dinero y activos por más de $132 millones.

Por el mismo delito y en calidad de imputados rebeldes por encontrarse prófugos, también son procesados José Adán Salazar Martínez (hijo de Salazar Umaña), Wilfredo Guerra (hijo del excalde), Tránsito Ruth Mira de Guerra (esposa de Wilfredo Guerra) y Miriam Haydee Salazar de Umaña (esposa del exalcalde de Metapán).

Informe delator


Uno de los testigos hizo énfasis en un informe del Centro de Inteligencia Conjunta Antinarcótica (CICA) que recoge el rastro de la familia Umaña Salazar y Umaña Samayoa por los delitos de narcotráfico, lavado de dinero y tráfico ilegal de personas entre 1999 y 2002.

El estudio individualiza las funciones y tareas delictivas que supuestamente realizaron cada miembro de la familia Salazar Umaña y Umaña Samayoa.

En el caso del exalcalde de Metapán, era el encargado de coordinar todos los medios de transporte, almacenamiento y bodega de la droga que llegaba de Nicaragua, mientras que José Adán Salazar Umaña, el que presuntamente negociaba la droga en Nicaragua.

Juan Umaña Samayoa, exalcalde de Metapán.


Los investigadores antinarcóticos afirmaron que Umaña contaban con tres listados de vehículos uno de 11, 13 y 14 automotores para el movimiento de la droga y que, en el caso de Guatemala ingresaba por puntos ciegos o no habilitados en la frontera Anguiatú a cargo un grupo armado chapín.

Los testigos refieren que había tres grandes centros de almacenamiento de droga a lo largo de la carretera de Santa Ana a Metapán en los kilómetros 114 y 116 carretera de Santa Ana; y en la hacienda localizada en la aldea del Alambrado en Guatemala.

En el país chapín, el encargado del almacenaje era José Montes; en el kilómetro 114, Romelia Guerra Argueta y en el kilómetro 116, Carlos Martínez.

La droga se distribuía por onzas y en kilos, una labor que desarrollaban unas 33 personas, a las que se sumaban tres agentes de la Policía Nacional Civil de El Salvador.

Solo para la distribución y venta en el municipio de Metapán y sus alrededores habían 19 personas, sin contar los que estaban destacados en los puntos ciegos a lo largo de la línea fronteriza, Anguiatú.

Tenían como socio a un chino


Los agentes antinarcóticos afirmaron que en el negocio de la droga, José Adán Salazar tenía como socio a un chino, identificado como Cristóbal Chan, propietario de la hacienda en Guatemala desde donde supuestamente comercializaba la droga que le llegaba vía El Salvador.

Los testigos refieren que el exalcalde Umaña Salazar era el encargado de promover las inversiones en negocios y nuevas construcciones como una forma de lavar el dinero y no ser detectado por las autoridades.

Las relaciones de José Adán avanzaban y el chino Chan iban más allá, se proponían además de negociar unas propiedades, planeaban construir una pista de aterrizaje en Metapán para mayor comodidad.

Contrabando y trata de personas



Umaña Samayoa no se limitaban al supuesto tráfico de droga, también incursionaron en otras fuentes de ingresos como el contrabando de mercadería; en una ocasión dijo el agente policial que uno de sus colaboradores fue detenido con más de $100,000 en efectivo en un operativo fronterizo en 2018.


El tráfico de personas que tenían como destino los Estados Unidos era otra supuesta fuente de ingresos de los Umaña; según testigos contaban con tres traficantes o “Coyotes”. Los interesados en viajar de forma ilegal al país del norte tenían como punto de encuentro el hotel San José, según testigos.



El cártel de Texis


Otros testigos afirmaron que participaron como agentes encubiertos con el propósito de comprar droga a los colaboradores de Salazar Umaña, uno de éstos era el conocido como Roberto Herrera, alias "Burro Herrera" a quien intentó comprar un kilo de cocaína en Texistepeque. En este caso, afirmó que Salazar Umaña les quedó mal, no les llevó el kilo de cocaína que entregarían al agente encubierto en un restaurante de Santa Ana.

Roberto "El Burro" Herrera.


Herrera ha sido señalado como uno de los líderes del cártel de Texistepeque.

En otro procedimiento en Sonsonate, aseguró un agente que decomisaron un kilo de cocaína en una agencia de viajes.

Un agente investigador afirmó que indagaron una estructura de lancheros que aparentemente comandaba Salazar Umaña y el exalcalde en Garita Palmera, Ahuachapán para el movimiento de la droga; además relataron que en una ocasión observaron cuando dos hombres mal encarados se bajaron de una camioneta negra polarizada e ingresaron a la alcaldía de Metapán cuando Juan Umaña fungía como alcalde.