Las preguntas que, según Escobar, no se les está realizando a los candidatos presidenciales es de dónde van a financiar su campaña y cuáles serán los gastos específicos que realizarán o están ejecutando.
Ello incluye todas las actividades como venta de tarjetas para cenas o el origen de fondos en la distribución de regalos, como semillas o abono.
“Venden las tarjetas, deben elevar el control a quiénes se les venden las tarjetas, si estamos hablando de una cena de $100 y asisten 1,000 estamos hablando de una cantidad considerable”, argumentó. Señaló que “no deben haber actividades exentas de la rendición de cuentas”.
Otra pregunta, afirmó, que los candidatos deberían responder es cuál será la fuente de financiamiento que están previendo para cumplir en realidad sus ofertas electorales.
Además de dar a conocer cómo van a resolver los problemas del país, deben decir a la población cómo específicamente van a financiar cada propuesta. “No se está diciendo cómo se va a financiar esas acciones desde el Estado, hay serios problemas fiscales, hay que pagar deuda y pensiones”, observó.
Todos los candidatos presidenciales han realizado numerosas ofertas que requieren fondos inmediatos, como la eliminación del cobro del Fondo de Conservación Vial (Fovial) para pescadores, la construcción de un aeropuerto, el aumento del Fondo para el Desarrollo Económico y Social (Fodes) para las alcaldías, el aumento a las pensiones de los adultos mayores, el inicio del diseño y construcción de un anillo periférico o un metro aéreo, entre otros.
Los partidos aún no presentan propuestas escritas de cómo enfrentar la crisis fiscal que, año con año, provoca un déficit financiero que exige emisión de títulos valores (deuda). Solo para 2019 es necesario emitir $1,407 millones de deuda.