Rubén Zamora, exembajador y fundador del CD


Uno de los fundadores del partido Cambio Democrático (CD) califica de “triste” el papel de esta entidad como aliado de Nayib Bukele y del partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana) en la carrera por la presidencia del Ejecutivo que gobernará al país en el periodo 2019-2024. Zamora describe tres novedades en este proceso electoral, el populismo, el cual considera vivible únicamente con diques que lo frenen. Por eso, sostiene que garantizar el respeto a la institucionalidad sería clave. No tiene un pronóstico electoral, aunque cree que los de mayor probabilidad son Nayib Bukele y Carlos Calleja, sin embargo, advierte un gobierno de conflicto y no tanto de transformaciones.

 

¿Se está jugando algo muy importante en estas elecciones o no cambia que gane uno u otro?, ¿qué se juega en estas elecciones?

Las elecciones son el instrumento que tiene la democracia para mantener, dijéramos, una alternabilidad en el poder y que los ciudadanos puedan tener diversas alternativas, eso es lo básico. ¿Hasta dónde llega eso? Por lo general, las elecciones tienen siempre límites porque está toda la institucionalidad del Estado, que eso no va a elección, la Constitución no entra a elección. Entonces, es un movimiento que pueden haber cambio dentro de los marcos que previamente se le dan a los candidatos y esos marcos son fundamentalmente una estructura constitucional, una estructura de leyes secundarias y la burocracia estatal. Siempre el resultado electoral tiene límites.

Segundo, tiene límites de carácter estrictamente político: no es lo mismo un presidente que ha entrado desde primera vuelta, que prácticamente arrasó con los votos que uno que ha tenido que ir a una segunda vuelta, probablemente para la segunda vuelta ha tenido que armar coalición con otros partidos, lo cual le va a plantear de hacer cosas, pero también de limitar.

Entonces, es muy difícil poder decir cuándo una elección es más importante que otra excepto en casos muy claros. Yo le diría que, en la historia de los últimos 25 años, la elección más importante que ha habido fue la de 1994, cuando por primera vez el FMLN entró a formar parte y fue como el momento de consolidación de los Acuerdos de Paz, se habían firmado unos años antes en el 92 pero en el 94 el FMLN, que había sido el excluido de los procesos electorales, ya forma parte de él y empezó otro nivel de juego político. Desde entonces, la elección del 2009 fue también muy importante porque en esa elección se dio la alternancia, Arena había estado 20 años y ahí cambia lo que antes había sido la guerrilla. Y ahora creo yo que estamos frente a una elección muy importante, una tercera elección importante, porque se trata de una elección diferente a todos los escenarios electorales anteriores.

Hay tres elementos fundamentales que nos dicen que esto es nuevo: uno es que la forma de gobernar el país desde los años sesentas era sobre la base de la existencia de tres partidos: el partido de gobierno que era la mayoría, un partido grande de oposición y, como un tercer partido que como el primero no ganaba la mayoría absoluta, hacía alianza y le servía, eso ha sido la gobernanza legislativa, eso se llama la gobernanza legislativa, que tiene que ver con el Ejecutivo porque si no le aprueba la ley el presidente no puede hacer nada.

Entonces, esto se ha quebrado, la gobernanza tradicional, ¿cuándo?, desde la elección pasada porque el partido de gobierno perdió su mayoría relativa en la Asamblea, Arena ahora tiene más votos; y hay dos terceros. El manejo que se hacía de cómo hacer la ley está hecho pedazos ahorita y por eso la dificultad de la Asamblea ha sido sumamente grave y con mucho retraso. Eso es un primer elemento que es nuevo.



Digamos, ¿el poder está más repartido?

No es tanto de reparto de poder. Porque al final terminan haciendo alianza en la Asamblea, pero con mucha mayor dificultad y más problema. No hay un problema de reparto, porque el problema de este arreglo es que esto es muy normal en las democracias modernas, que el partido no alcanza la mayoría y tiene que hacer alianza, pero democráticamente esto se hace a través de un acuerdo programático y en El Salvador nunca ha existido el acuerdo programático, lo que hay nada más es que el partido dominante compra al partido menor dándole pedazos de gobierno, prebendas e incluso dinero, para pagar votos en la Asamblea; esto no es nuevo, esto viene desde el 63. En el 63, porque esto viene desde el reparto de los votos proporcionales en la Asamblea, cuando teníamos la oportunidad de hacer coaliciones programáticas nunca se hizo y ahí ve cómo, por ejemplo, Gana (con) pedazos de presidencia de la Asamblea con el FMLN y cosas de esas que han llevado al segundo elemento nuevo y es que la crisis del sistema de partidos políticos, que viene en crisis desde ancestral, ha estallado; usted lo nota en el tipo de alianzas que hay, desde el punto de vista programático una alianza entre FMLN y GANA es inconcebible, lógicamente debió haber alianza entre Arena, PCN y GANA, pero compran a GANA y, entonces, es el partido que da los votos para que pasen las leyes. Usted puede ver cómo ahora no hay semana en que haya uno, dos, tres, cuatro artículos señalando que los partidos son un desastre y en la escala de confianza del pueblo los partidos y la Asamblea aparecen en último lugar.

 

¿Por qué ARENA y FMLN se han desgastado más que GANA y PCN, que han sido las bisagras de estos partidos y han actuado igual o peor han rejuvenecido e GANA incluso puede ser gobierno?

Si es el gobierno de GANA, yo estoy en la Luna, honestamente. Ya lo dijo Bukele con claridad: el haberme dado la posibilidad con esta elección ya la pago con la deuda política que se la va a llevar GANA y con la presidencia del Tribunal Supremo Electoral (TSE), porque, si GANA Nayib, la presidencia del TSE le toca a GANA porque el que va a elección legalmente es GANA, si ni el nombre del partido saca, todo es él, vea la campaña electoral. El desgaste político se concentra en el Ejecutivo y en la Asamblea, pero más en el Ejecutivo y, como el partido más grande es el que tiene el gobierno, el desgaste mayor es, dijéramos, de los más culpables.

 

De los directores de la orquesta...

De todo ese arreglo perverso que se hace del instrumento democrática, que es la representación proporcional de la Asamblea Legislativa. El problema que hay es que ese fenómeno es poco visto por la población, incluso por los analistas. Se pasa por encima, hacen representación proporcional, pero cuando uno analiza qué tipo de representación proporcional hay en el país, uno se da cuenta que es un tipo de representación maligna porque no es a base de programas, no es a base de acuerdos políticos, sino que es a base de patrimonialismo. La representación proporcional no solo permitió el crecimiento de la oposición, de los 60, ya cómo el PDC iba creciendo, sino que tiene el aspecto negativo y es que la fórmula de representación proporcional que llevaba a gobiernos de coalición aquí se hizo un atajo y se hizo comprando, sobre todo porque el tercer partido tendió a ser muy pequeño. La otra alternativa es que haya una alianza entre gobierno y la oposición, el caso de Alemania en este momento, que hay una coalición entre los dos partidos más grandes, pero eso aquí es casi impensable dada la polarización del sistema político.

Pero ese es un primer elemento, esto es nuevo. Esta es la primera elección presidencial a la que entramos con un quiebre en gobernanza legislativa; la segunda es que la crisis de los partidos políticos ha reventado, la raíz de la crisis actual es dijéramos una falencia de los Acuerdos de Paz: cambian al Ejecutivo, el que más cambiaron, al actor principal del Ejecutivo que era la Fuerza Armada, afuera de la política, cambian al Judicial, le cambian la cúpula, Sala de lo Constitucional, cómo se eligen los jueces y ¿qué pasó con el otro órgano fundamental del Estado?, la Asamblea Legislativa, ni una palabra en los Acuerdos de Paz. Y los partidos políticos, que son los depositarios del poder, ni una palabra. Una institucionalidad nueva ha ido creciendo, hoy hay separación de poderes, el Presidente ya no puede ordenarle a la Asamblea, hoy tenemos una experiencia de nueve años de control constitucional, hoy tenemos una libertad de prensa que nunca se tuvo antes y una pluralidad de prensa que nunca se tuvo y eso se ha institucionalizado bastante; otra es la capacidad del ciudadano en tener acceso a la información pública. Antes todos sabíamos que robaban, pero ahora con números y con una prensa más abierta lo tiene el ciudadano todos los días. Sobre todo el gran cambio que es que los militares se fueron de lo político, habían tenido control de la política por más de 70 años y se cambia y llevamos ya 26 años. El problema es ahora que esa institucionalidad que ha crecido y se está institucionalizando, todavía no completa, pero los partidos se quedaron aquí. Entonces, el problema de una institucionalidad nueva en parte de la política y una institución, la Asamblea, y los partidos, eso ha incrementado mucho más la crisis, o sea, la disfuncionalidad tanto de un poder fundamental del Estado y del instrumento político principal de la política electoral, que son los partidos, genera para los atrasados una crisis mayor que creo que ya estalló, ya en la anterior elección ya se había producido eso. La caída del FMLN en gran medida es su crisis.

Viene el tercer elemento que es nuevo: el populismo. Nosotros no hemos tradición populista, hemos tenido algunos líderes con rasgos populistas, pero hay que distinguir. ¿Cuáles son estos rasgos de populismo?, Romero en los 40, que así levantó un partido que iba a ganar las elecciones, el otro es Napoleón Duarte, el otro es Roberto d'Aubuisson. Ahora tenemos ya un populista, un planteamiento populista completo que es el señor Bukele, tiene rasgos populistas personales, es él, se presenta como salvador de la patria, él establece lo que caracteriza al populismo que es una comunicación directa con las masas, hoy moderamente ya no es Romero que andaba para arriba y para abajo y la gente lo seguía, hoy es utilizando Facebook, entonces, ¿cuál es su programa?, fue a traer de un montón de libros pedazos, lo puso, esas son Nuevas Ideas, pero no importa, su relación es emocional con la población y por eso se da el lujo de decir 'Yo no voy a ir a esa carambada'. Esos tres elementos hacen que esta sea una elección completamente diferente. El resultado va a ser un gobierno completamente diferente? No necesariamente, no sabemos quién va a ganar.
Cuando uno analiza qué tipo de representación proporcional hay en el país, uno se da cuenta que es un tipo de representación maligna, no es a base de programas, sino de patrimonialismo”
Rubén Zamora
Exembajador y fundador del CD

Su pronóstico sobre las elecciones.

Yo todavía no doy criterio de quién va a ganar, porque como es una nueva configuración con nuevos ingredientes políticos, instrumentos políticos, nunca antes una campaña ha estado manejada como esta, en el caso de los nuevos medios, Facebook, Twitter, esta es la primera vez que uno de los posibles ganadores, que hay dos, Nayib Bukele o Calleja, que hace fundamentalmente campaña sobre la base, ahí anda Calleja y Hugo Martínez en los pueblos, hablando, este señor ha hecho 16 casos de esos pero todos preparados, llevan la gente y todo, es mediático.



 

¿Cómo afectaría a la democracia y a la gobernabilidad el que gane Calleja o Bukele?

Mire, hay que entrar a ver la naturaleza de los populistas, el problema del populismo, además de ser una relación emotiva con la población, es segundo que el líder populista se declara como el salvador de la patria, ¿cómo?, no lo dice, pero que él va a salvar el país. El tercer elemento que tiene el populismo es que considera que todo lo demás es malo y él es lo único bueno. Entonces, erosiona aún más y eleva la crisis de los partidos políticos en este caso concreto a un nivel mayor. Si usted se fija, el esquema de Bukele es clarísimo: 'todo lo que ha pasado ahora está mal, yo voy a hacerlo bien, yo voy a salvar el país, yo voy a hacer desarrollo, yo voy a hacer democracia'. Esas tres características están presentes en el caso actual. Pero ¿cuáles son las consecuencias?, el populista y el régimen populista tiende a tener un desprecio por la institucionalidad democrática, o sea, él, como es el salvador de la patria, no puede tener límites; él, como es el salvador de la patria, es el omnisciente, es el que lo puede hacer todo y, entonces, ve entonces la ley, ve entonces las instituciones como obstáculos para lograr esa salvación de la patria que él proclama y de esto Bukele nos ha dado demasiadas muestras de que es así. Por ejemplo, su proceso para su partido político, lo que hizo en las dos alcaldías que tuvo que las dejó endeudadas hasta la cabeza, con retrasos de pagos hasta de un año, eso no es respeto, es irrespeto a las leyes normales que si usted ordena algo tiene que pagar por ello, tan elemental que ya ni creemos que es ley pero es ley. Y su misma campaña, desprecio a la forma del debate que es típico de la democracia. Si Bukele llegara a ganar, el problema central creo yo que tendríamos que enfrentar el país es cómo defendemos la institucionalidad democrática que nos ha costado tanto ganar, es una guerra en el que murieron miles de personas, es un Acuerdo de Paz que un ejemplo mundial y es mal que bien 25 años que se ha ido consolidando ese tipo de avances. Si llega Calleja, creo yo que Arena ha aprendido a manejarse con institucionalidad, pero creo que la concepción del partido, que es una concepción todavía sumamente atrasada, aunque él diga que lo juzguen por lo que él es y no porque lo han sido otros, que establece como una distancia entre él y el partido, en ese sentido, sería menos peligrosa para la institucionalidad democrática que Bukele, pero en términos económicos creo que sería una reafirmación del poder de los sectores que durante estos últimos 10 años han sido de alguna manera contenidos por las políticas que el FMLN ha implementado.

Entonces, lo que tenemos son estos dos escenarios porque veo muy difícil que el FMLN pueda llegar; no es imposible, no porque es una campaña que no sabemos cómo va a salir. Lo que dan las encuestas es no se sabe si eso va a ser así, porque ellas no miden una serie de factores que para la elección son determinantes, empezando por gente viendo y manejando la cuestión y el mejor ejemplo de que Bukele no lo tiene es ese intento de inscribir miles de gente el fin de semana, que le salió muy mal. Yo lo reporté de varios lugares, el pueblo no llegó. ¿Tiene aparato suficiente?, no es que le van a hacer fraude, es que usted necesita el aparato. Yo, alguna gente que me pregunta que quién va ganar, yo no sé, lo que sé es que lo más probable es que gane el uno o el otro, pero lo mejor, le digo yo a la gente: empiece a pensar a partir del 1 de junio es qué va a hacer para defender la institucionalidad democrática, para defender los avances sociales que se han tenido y lo más probable es que tengamos gobiernos que no sean de transformación sino de conflicto, cada uno de una manera diferente.

 

¿No ve un ambiente de gobernabilidad?, ninguno tiene dominio total de la Asamblea Legislativa.

Por supuesto, todo eso, son elementos, porque si Bukele quiere hacer uso de las diputaciones que tiene GANA, que sería lo lógico, entonces, va a tener que seguirle pagando, ¿le va a aguantar eso el gobierno con los controles que hay ahora sobre el gasto público?, que antes no existían, antes era fácil hacer eso.

 

¿Excepto que cierre esos controles?

Bueno, entonces, tiene que quebrar la institucionalidad democrática. Por eso es que se vuelve muy importante la institucionalidad democrática porque, frente al populismo, la institucionalidad se vuelve su principal enemigo cuando llega al gobierno, porque ha vencido a los partidos tradicionales, ha vencido al status quo, entonces, se considera con derecho de cambiar todo, lo que le parezca que haya que cambiar o a su gusto. Entonces, eso es como veo el panorama, verdad, no es muy halagador, pero, bueno, hay que enfrentarlo. Si enfrentamos un panorama de 12 años de guerra y pensar en las nuevas generaciones porque a ellos les va a tocar, a nosotros nos tocó la otra que fue contra el militarismo y que llevó a una guerra y ahí se jugó la vida. Ahora, por lo menos al principio no va a ser jugarse la vida, pero va a ser jugarse una institucionalidad que nosotros nunca tuvimos para defendernos, es diferente la lucha, por eso tiene que haber cambios fundamentales en los partidos políticos.



El acceso a la información pública ha sido clave en esta institucionalidad pero la alcaldía de San Salvador aparecía abajo en acceso a información.

Es que no le importa. ¿Usted le ha oído decir una palabra sobre el tema?, nunca. No entra dentro del universo de un... Porque es innecesario. Si él es el salvador de la patria, él sabe cómo hacer las cosas, no necesita estar diciéndole a periodistas o estarle dando cuentas, Dios nunca da cuenta de sus hechos, en ese sentido, la imagen de populista está realmente concentrada en este señor y tome en cuenta que eso no es propio de El Salvador, es un fenómeno que se está dando en el mundo, desde Pakistán, ya había empezado en la India, lo tiene en Francia, Macron, un señor que nadie conocía, en los populistas de extrema derecha como en Hungría y en América Latina los tiene como para regalarlos.

 

¿Entonces puede haber un retroceso en la democracia después de la elección?

No es que va a darse. Nos la vamos a jugar.

 

¿Qué opina del papel del CD en esta elección?

El papel del CD, triste. Cuando ellos estaban hablando con Bukele, que Bukele decía que era el partido más afín a su pensamiento, etcétera, yo lo vi como un paso muy peligroso para el Cambio Democrático (CD), precisamente por su tamaño pequeño, enfrentar, ya me había dado cuenta que Bukele era un populista, yo sugerí, yo no soy miembro del partido pero es partido que fundé y me siento con alguna responsabilidad histórica, junto con otros compañeros, les expresamos nuestra preocupación por el hecho este y además les propusimos 14 medidas necesarias antes de firmar una alianza, un poco precisamente en este camino, tratando de poner desde ya ciertos diques al populismo. ¿Se puede vivir con el populista?, sí, pero con diques. Sin diques, es invasión.

Luego vino esta 'zainés' que la misma noche se inscribió a otro partido y terminó la cosa en que Cambio Democrático es de la alianza de GANA. Arrastró completamente al partido a una alianza con el peor partido en términos de lo que podría CD de alguna manera era una de sus banderas positivas, que era limpieza.

 

¿Sin condiciones?

Sin ninguna condición. Se dejaron arrimar. Entonces, yo creo que es un papel muy triste. No le va a dar muchos votos. Pero la posibilidad de que fuera un partido que pudiera presentar una cartilla más o menos libre de escándalos, aunque ha tenido su escándalo, pero ya creo que ni eso. De hecho, no puede ser parte de coalición porque no es partido, si lo ponen ahí por ponerlo. Nuevas Ideas es el partido real de Bukele, ¿y no le hizo hasta cambiar la bandera? A veces digo que Gana no es ni siquiera es partido taxi porque en un partido taxi usted paga un chofer, aquí el chofer es Bukele, es una especie de agencia de alquiler de carros siendo el carro de ellos el instrumento. Es muy feo lo que ha pasado, pero son expresiones ya abiertas de esta crisis de los partidos políticos que hay que enfrentarla lo más pronto posible, porque esto se va a poner cada vez peor.
El populista y el régimen populista tiende a tener un desprecio por la institucionalidad democrática, o sea, él, como es el salvador de la patria, no puede tener límites”
Rubén Zamora
Exembajador y fundador del CD

¿Es válido el argumento de Bukele, Gana y CD que la alianza con Gana fue obligado por la decisión del TSE?

Lo que ha pasado es que la derecha, no solo Arena sino el poder de la derecha que va mucho más allá de los partidos, eso vio a Bukele como su gran peligro, el FMLN también lo vio de la misma manera –a lo mejor va a terminar aliado con Bukele, yo sé que hay gente que ya están hablando de eso– en ese momento, la derecha dijo por todos los medios posibles impedir que Nayib Bukele fuera candidato y trató de hacerlo; el último medio fue precisamente ese, cancelarle al partido, lo cual es desde el punto de vista legal una aberración espantosa porque la Ley de Partidos Políticos dice explícitamente que por ningún motivo podrá cancelarse un partido político que tenga al menos un diputado en la Asamblea, y CD lo tenía, o sea que violaron y esa es una expresión del entendido entre ARENA y FMLN de impedir que Nayib Bukele pudiera ser candidato. ¿Qué es lo que han hecho?, hacer evidente y darle base a lo que Bukele dice: 'Miren, todos esos son corruptos, todos esos son el mal, yo soy el bien', aunque él ha sido parte de eso, también, pero ahora parece como virgen inocente cuando ha estado metido en la política esa como alcalde haciendo cosas.



Gana es un partido que viene de ARENA, la figura de Antonio Saca es clave en esto, y ahora Gana y Arena se pelean porque dicen no tener nada que ver con Saca...

Sí, es el leproso de la política salvadoreña, en las políticas antiguas.

 

¿Cómo tiene que entender esto el votante?, ¿quién es Saca?

Saca tiene una responsabilidad enorme en todo eso, porque la corrupción quien la llevó a niveles mucho más altos y más institucionalizados dentro del gobierno es el gobierno de Saca, esto ya venía desde antes, en el tiempo de (expresidente Alfredo) Cristiani fue que se inauguró el doble pago, el triple pago para los funcionarios públicos y eso se fue aumentando con cada uno que venía hasta que reventó totalmente esa porquería, verdad. En ese sentido, el expresidente Saca es responsable de mucho, pero no es el único responsable, yo diría que Gana es un partido político pero su nombre tiene más sentido en la economía, entonces, eso creo yo que es parte de todo este fenómeno de la incongruencia entre la institucionalidad que hemos ganado y la gobernabilidad que los partidos políticos ejercen en la arena política, ese es el centro del problema, y eso no se resuelve diciendo solamente que salga uno nuevo, tiene que haber una reforma a fondo del sistema de partidos políticos.

 

Después de las elecciones, ¿qué reformas indispensables tendría que hacer Arena, FMLN o todos los partidos?

Ya ha habido una parte de reformas, también no despreciemos todos, pero hay que entrar a lo fundamental: primero, garantizar la democracia interna de los partidos, independizando el evento de las primarias del control del partidos, para eso está el TSE, que es el que controla. Separar lo electoral de lo estrictamente jurisdiccional y del control del otro. Habría un TSE con jueces y un instrumento electoral donde puede tener el manejo multipartidario, pero ahora como todo está junto el mismo que cancela partidos, quiénes son esos, los tres partidos más importantes. Romper ese problema, que es el central, luego pasar a reformas, las primarias de verdad, con control separado de los partidos, rescatar la función de los partidos de entrega de cuentas a la ciudadanía, hay algunos diputados que hacen un mitin, regular y obligarlos a que periódicamente den cuentas, tercero, reformar a los partidos en lo que se refiere a su función educativa, los partidos han perdido su función educativa. Hay que cambiar el problema del gasto, establecer qué contribuciones de tanto van a tener los siguientes requisitos, no se prohíbe, pero que eso tiene que regularse porque el dinero se apodera de las elecciones. Estados Unidos, ahí el gran elector es el dinero. Se le pone un tope, en México ya existe. El candidato ganador tiene que tener claridad absoluta y separar del manejo directo de sus negocios y hacer fideicomiso.

 

¿Qué opina de las promesas de campaña: empleos, aeropuerto, trenes, más pensiones?, ¿son realistas?

No, no creo que sean realistas. El aeropuerto lo pueden hacer, el problema es que no hay vuelos, o sea, sería un derroche, estar proponiendo un aeropuerto en La Unión dado los problemas que hay en oriente es una ceguera completa a la prioridad de problemas, un aeropuerto cuesta miles de millones, son carísimos, no solo por la construcción. Un aeropuerto es ahora una cosa muy complicada por todas las normas de seguridad que han hecho para que los aviones no se estén rompiendo la nariz con el sueño. ¿Cuánto cuesta solo la extensión de Comalapa? Lo único que muestran es que se sacan de la cabeza lo primero que se les ocurre, eso es muy propio del populista. A Duarte le pasaba eso, también.
Si Bukele llegara a ganar, el problema central que tendríamos que enfrentar el país es cómo defendemos la institucionalidad democrática que nos ha costado tanto ganar”
Rubén Zamora
Exembajador y fundador del CD

¿Cree que se cumplen?

No, es que no se pueden cumplir. Yo no creo que vaya a haber una Asamblea Legislativa, a no ser que él gane todos los puestos y tenga control absoluto y eso nos vuelve al pasado, de que la Presidencia tiene todo el poder y rompe con la separación de poderes, solo en esa se podría aceptar que semejante idea se pueda aprobar. Yo creo que en general, como toda campaña, las campañas nuestras tienden a ser pobres en propuestas, más que derrochante en promesas, entonces, hay un desbalance entre la comunicación que se le da al pueblo y lo que tendría que llevar y lo que están prometiendo. Por ejemplo, por eso los debates son importantes porque el debate es el momento en el que se le plantea: ¿Y cuánto vale? Pero aquí los moderadores de los debates tienen miedo a preguntar eso o una vez he visto que se preguntó, no le contestaron y no fue capaz de decir: Espérese un momento, le he preguntado que cuánto vale. Los debates aquí son muy débiles los que los dirigen, tienen un formato espantoso que está hecho para que no haya ninguna profundidad, ningún planteamiento, darle un minuto con una pregunta como qué va a hacer en este país en seguridad, púchica, por el amor de Dios, por lo menos modere su pregunta para que podamos ver algo concreto, todas son preguntas generales y grandes, pero no se las contestaron. Ponen demasiado cómodos a los candidatos a poder seguir hablando de lo que se les ocurra o de generalidades, entonces, ¿qué le pareció?, ¿quién fue el mejor?, 'pues, el de mi partido' y se acabó (se ríe).



¿Pero tienen que ir a foros?

Es que estamos envueltos en el problema del populismo, el populista desprecia la institucionalidad. El foro significa que varios entran a un acuerdo para decirle al pueblo algo, eso él lo rehuye completamente, primero porque es el único con capacidad de decirlo y segundo porque es el principal para poner su asador al fuego. Además, se considera que ya ganó las elecciones y que por tanto esto no va a tener ningún efecto en él, no sé si va a tener o no. Pero es muy propio. O sea, Bukele todo lo que ha hecho en esta campaña es como firmar: 'Yo soy populista, yo soy populista, yo soy populista', con todas las ventajas que tiene el populismo en términos de mover gente pero con todas desventajas del populismo para los países en el que los populistas se han apoderado del poder.

 

¿Qué debe hacer el próximo gobierno para mejorar las relaciones con los Estados Unidos?

Las relaciones con los Estados Unidos aparentemente están muy malas, no es cierto, ya. Es que juzgamos todo por el problema del Twitter del presidente Trump y yo he llegado a la conclusión que el Twitter es importante y hay que tomarlo en cuenta por todos los efectos que produce pero que la gobernabilidad de Estados Unidos es un tanto diferente a esto. De hecho, esto es algo ya está apareciendo en la prensa con bastante claridad, con la cuestión esa de los equipos de altos burócratas que tratan de que el hombre no ande haciendo las barbaridades que dice y hace. En ese sentido, la relación que amenazó, 'les voy a cortar la ayuda', es pura retórica porque desconoce la estructura de la cooperación externa con El Salvador de Estados Unidos, hay una cosa que es el Fomilenio que no la puede tocar porque es el Congreso el que la pone. Yo no creo que este sea el peor momento, también, lo que dijo Hugo, que este es el mejor momento, eso no es cierto. El mejor momento probablemente en estos 25 años ha sido el periodo de Obama, aun cuando Fomilenio viene del periodo de Bush (padre). El Fomilenio, una de las cosas más serias que hay, están los 18 indicadores que no les gusta a los gobiernos. Hay ciertos niveles de institucionalidad en Estados Unidos que impiden estos virajes, vea lo que ha pasado, que es tener hombres y mujeres en un teatro de guerra, lo de Irak, inmediatamente hubo una reacción del Estado, del gobierno. La política exterior norteamericana se establece entre un estira y encoge no entre países sino dentro de un país.

 

¿Cree que el próximo presidente tiene suficientes herramientas para luchar contra la corrupción de sus propios aliados?

La lucha contra la corrupción es responsabilidad del señor fiscal general de la República y según la Constitución es el fiscal el que tiene la conducción, claro, un Presidente, desde el punto de vista que tiene que cumplir con la ley, tiene que ser el primero en respetar la ley y ver que todos sus subordinados la respeten, pero quien dirige ese proceso de lucha contra la corrupción aquí lo han equivocado porque se lo echan a los presidentes. Por ejemplo, el presidente no puede hacer una Cici (Comisión Internacional contra la Corrupción) salvadoreña, el único que puede hacer comisiones de auxilio de lucha contra la corrupción es el fiscal, está escrito en la Constitución, aquí es solo que el fiscal quiera, tiene que plantear un modelo, que no puede ser nunca igual al de Guatemala ni igual al de Honduras. Pero es iniciativa del fiscal, en este país nadie más lo puede hacer. Una vez lo hace va con Ejecutivo para todo el trámite internacional. En ese sentido, el presidente tiene un espacio y tiene una obligación porque ha jurado cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes del país. Creo que se puede mejorar los instrumentos que tenemos ahora, Hugo ya ha hecho un planteamiento, creo que hemos llegado al momento en que el presidente y el aparato institucional burocrático necesita de un componente claro de sociedad civil institucionalizada en la lucha contra la corrupción. A mi modo de ver eso lo tendría que hacerlo el fiscal, verdad, porque si se quiere hacer una Cici tendrá que hacerse de acuerdo a los salvadoreños, pero que es necesario una Cici de salvadoreños entre salvadoreños con un componente de sociedad civil, eso para mí es indispensable y yo empezaría por ahí. Ya tenemos gente que está dedicada a eso. Que son muy buenos o malos, no los juzgo, pero ya están metidos en eso. Ver qué es lo que necesitarían de apoyo externo. El problema es que a veces invertimos el problema y todo el debate ha sido sí o no. ¿Cómo creamos instrumentos para que esa conjunción entre Estado y sectores de la sociedad civil puedan tener una suficiente fuerza para ser el verdadero apoyo a un fiscal?

 

¿Qué confianza le da el Tribunal Supremo Electoral?, ¿habrá fraude?

Yo no creo, el fraude es un vicio que, así como el vicio de licor tiene su lugar, que son los expendios de licores, también en el proceso electoral, históricamente el fraude empezaba el día de la elección, yo fui vigilante y a las 5:30 de la tarde entraba la Guardia Nacional, nos echaban y se quedaban ellos contando votos, yo porque lo vi. Una vez a la salida me iban a machetear, el guardia no me pudo alcanzar. Esto era antes... Era un fraude de todo el sistema (con el Consejo Central de Elecciones). Con la retirada de los militares del proceso electoral, la posibilidad de no fraude empezó a flotar y eso hemos tenido estos años. Pero ahora con la introducción del instrumento electrónico el fraude se puede hacer solo en el TSE, el nivel de fraude que puede haber es despreciable, o se conoce porque hay mayor libertad de prensa. Ahorita todo el problema está en el aparato electrónico.