El presidente de la República electo para el periodo 2019-2024, Nayib Bukele, anunció el rompimiento de comunicación con el Gobierno saliente en torno a la planificación de la ceremonia de traspaso presidencial y la sesión solemne de la toma de protesta constitucional.
Bukele ha reclamado la suspensión de una reunión por Cancillería, intentos de chantajes de la Presidencia que arriesgarían el acto de traspaso y, más recientemente, el lugar donde se hará.
En Twitter, Bukele aseguró que “jamás se ha hecho en la Asamblea”, ya que el presidente legislativo, Norman Quijano, anunció un inminente acuerdo de directivos para realizarlo en el Salón Azul. Ante esto, Bukele reaccionó: “Hagan su acto solos si quieren, yo me juramentaré con el pueblo”.
“Vamos a suspender todo contacto con el Gobierno actual y vamos a esperar a ver qué sucede, nosotros no estamos de acuerdo y, al final, si no se hace acto, no lo hacemos, vamos a hacer un acto con el pueblo”, advirtió Bukele en declaraciones a periodistas.
El presidente electo denunció intentos de chantajes del vocero presidencial Roberto Lorenzana para intentar apagar sus críticas al Gobierno actual. Dijo que están “tratando de negociar cosas que nada tienen que ver a cambio de hacer una toma de posesión” y que “el Gobierno prácticamente ha tomado por secuestro la toma de posesión”.
Sobre el tema, Aldo Álvarez, del CD, aseguró que la protesta constitucional por parte de la Asamblea Legislativa al presidente y vicepresidente de la República es una obligación ineludible. Ayer, Quijano aseguró que es ineludible.