El vicepresidente Félix Ulloa le entregó al presidente Bukele las reformas constitucionales el pasado miércoles por la noche.


El presidente Nayib Bukele descartó hoy incluir en las reformas constitucionales propuestas por del Equipo Ad Hoc liderado por el Vice Presidente Félix Ulloa, cualquier cambio que permita el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la eutanasia.
He decidido, para que no quede ninguna duda, no proponer ningún tipo de reforma a ningún artículo que tenga que ver con el derecho a la vida (desde el momento de la concepción), con el matrimonio (manteniendo únicamente el diseño original, un hombre y una mujer) o con la eutanasia". Nayib Bukele, presidente de la República.

Según el mandatario, "la oposición le tiene tanto miedo a una reforma constitucional que desmonte el sistema de privilegios del que siempre han gozado, que se han encargado de esparcir rumores y una campaña sucia de que la intención es “aprobar el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la eutanasia".

"Nada más alejado de la realidad. Ustedes me conocen desde hace muchos años y saben que no propondría ninguna de esas cosas, por más presiones internacionales que tenga", escribió Bukele en su cuenta de Facebook la madrugada del viernes.

El presidente recibió el miércoles por la noche el proyecto de reformas constitucionales de la mano de Ulloa.

Precisamente el domingo, los obispos católicos divulgaron un comunicado en el que incluía su preocupación por diversos temas nacionales incluyendo la depuración de jueces, la reelección presidencial, la corrupción y temas como el aborto y la eutanasia.

“Respecto a la reforma constitucional, se oyen muchas voces que temen un retroceso en cuanto a la defensa de la vida humana”, advirtió la Conferencia Episcopal.
No se puede aceptar una reforma constitucional que ponga las condiciones para la legalización del aborto (…) Tampoco la reforma constitucional que con un lenguaje equívoco, llamándole ‘muerte digna’, legalice la eutanasia. Nunca será legal el asesinato”. Comunicado de la Conferencia Episcopal.

Además, subrayaron luego que “el fundamento de la familia es el matrimonio, cuya función primordial es la transmisión de la vida, gracias a la natural complementariedad entre el hombre y la mujer”.

La Constitución de El Salvador reconoce actualmente en su artículo 1 “como persona humana a todo ser humano desde el instante de la concepción”

El mandatario subrayó que "la campaña es fuerte e incluso alguna gente buena, que tal vez se preocupa de verdad, cayó presa de los engaños y ha dicho que si bien la propuesta no incluye y ni siquiera menciona esos temas, si pudiera prestarse a interpretaciones en un futuro y abrir la puerta para su adopción".

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El gobernante calificó el Proyecto de Reformas Constitucionales del Equipo Ad Hoc como "una deuda histórica" para " cambiar la Constitución de D'Aubuisson y sentar las bases necesarias para construir el país que nuestra gente merece".

El mandatario explicó que "aunque yo no participé en la creación de este proyecto de reforma constitucional, ahora que ya está en mis manos, me toca revisarlo, consultarlo y modificarlo, antes de enviarlo a los diputados para su estudio".



Según Bukele aunque no se propondrán cambios a estos artículos, "sí creo que debemos cambiar otros, para que los salvadoreños gocemos de derechos acordes al país que queremos construir y heredar a nuestros hijos".

Bukele aseguró que la constitución garantizará "el derecho al agua, al aire limpio, a la educación de calidad, a la salud (por muy caro que sea el tratamiento), a la vivienda, al acceso a Internet (¿por qué no?), a la inclusión financiera, a créditos sin usura, a la seguridad, a la alimentación, a un salario justo y a una pensión digna".

El mandatario prometió "una Constitución que obligue a cualquier Gobierno futuro a invertir en salud, educación, acceso a la tecnología, que proteja el medio ambiente, que limpie y mantenga limpios nuestros ríos y playas y a que no puedan destruir lo que queda de nuestros bosques. Una Constitución que permita la participación de la población en la toma de decisiones y que les dé verdaderos derechos políticos, algo que actualmente no tienen. Una Constitución que nos lleve al futuro, pero manteniendo siempre nuestros principios y nuestra fe en Dios, como la fuerza que guía todas nuestras acciones".