El presidente salvadoreño Nayib Bukele consideró ayer que el expresidente Mauricio Funes, acusado de delitos de corrupción en El Salvador, ha perdido su condición de asilado político, al recibir la nacionalización nicaragüense.

Señaló que el estatus internacional de asilado lo pierde y que “baja a la categoría de criminal”. Así, el mandatario salvado­reño se declaró “contento” con la nacionalización de Funes, prófugo de la justicia salvadoreña. Tildó a Funes de “basura” y dijo que se arrepiente de haber votado por él. Señaló que hizo “lo más bajero” al abandonar a Vanda Pignato, quien actualmente enfrenta la justicia salvadoreña.

En su cuenta de Twitter, Bukele señaló que Funes cometió un “grave error”, ya que había argumentado que era un “perseguido político”. “Es un vil ladrón, pero habían algunos cuantos simpatizantes del FMLN que lo apoyaban afirmando, al igual que él, que era un ‘perseguido político’ y que por eso le habían dado asilo”, afirmó.

Señaló que su nacionalización es fruto de su afán de “blindarse” de la justicia salvadoreña y botó su único argumento, ya que la Constitución Política de Nicaragua no otorga nacionalidad “por persecución política”. “Está claro que solo está haciendo todo lo posible porque no lo alcance la justicia. Pero como todos sabemos, ésta, tarde o temprano, llega”, afirmó Bukele en su cuenta de red social Twitter.

Funes le respondió tildando de “mediocres análisis” las afirmaciones de Bukele. Señaló que la ciudadanía nicaragüense “no tiene ninguna relación con el asilo político” que le fue otorgado. “Tampoco con la persecución que vengo enfrentando desde que dejé el gobierno”, afirmó Funes.

El exmandatario fue beneficiado con la nacionalización nicaragüense el 15 de julio por la Dirección de Migración y Extranjería. El asilo político fue otorgado en septiembre por la Cancillería nicaragüense, luego de considerarlo perseguido político. La nacionalización exige buena conducta.