Juan Sebastián Chamorro, de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, fue invitado a la toma de posesión del nuevo presidente salvadoreño.


 

El presidente Nayib Bukele invitó a dos prominentes líderes de la oposición nicaragüense a la ceremonia de traspaso de mando, precisamente a la misma que no invitó al gobernante de ese país, Daniel Ortega ni al venezolano Nicolás Maduro.

"Yo lo entendería como un mensaje a las fuerzas democráticas en Nicaragua. El pueblo salvadoreño y el pueblo nicaragüense tenemos muchos lazos de amistad y familiares, obedeciendo a estos lazos es que se hizo esta invitación formal del presidente Bukele", explicó Juan Sebastián Chamorro, miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que aglutina diversas organizaciones opositoras del régimen de Daniel Ortega.

A Chamorro lo acompañó también Michael Healey.

https://twitter.com/Jschamorrog/status/1134905808985219073

Chamorro explicó que espera que el gobierno de Bukele, quien ha criticado en el pasado al régimen de Ortega, apoye al restablecimiento de la democracia en Nicaragua.

"Esperamos de entrada un voto más en la OEA, apoyo en las gestiones internacionales por el restablecimiento de la democracia en Nicaragua. Es realmente importante que el concierto de países centroamericanos sobre todo, que son los más afectados por la crisis nicaragüense, contribuyan a a buscarle una solución lo más pronto a la crisis de Nicaragua", dijo Chamorro.

"Lo que afecta a Nicaragua afecta a El Salvador y al resto de Centroamérica", subrayó.

Para Chamorro la solución a la crisis nicaragüense "conlleva la celebración de elecciones libres, transparentes, democráticas y anticipadas".

Desde abril de 2018, miles de nicaragüenses han protestado contra el régimen de Ortega que ha desatado una feroz represión.

Chamorro explicó que la situación actual de la crisis nicaragüense se divide en tres grandes factores:

"Primero está el factor humano que conlleva la crisis humanitaria que ha dejado más de 450 muertos, más de 60 mil exiliados. Hay un factor de derechos humanos, con más de 700 presos políticos. Tenemos una mesa de negociación donde se logró sacarles el compromiso (al régimen) que estos presos salgan antes del 18 de Junio. Y tenemos asimismo, una crisis económica, la peor crisis económica de los últimos 40 años, una caída del Producto interno Bruto del 5% según estimaciones de Funides para el 2019, que si le sumamos el 4% del año pasado, tendríamos una caída considerable, nunca antes vista desde la caída de la dictadura de Somoza en 1979", explicó Chamorro, quien ha sido director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).

Las protestas contra la dictadura de Daniel Ortega iniciaron desde abril de 2018.


 

El dirigente opositor explicó que bajo la dictadura de Ortega "en Nicaragua están completamente prohibidos los más básicos principios de libertades individuales como son la libertad de reunión, la libertad de marchar, a la libre expresión, los medios de comunicación -los periódicos en particular- están siendo acosados por trabas burocráticas a la importación de papel periódico, de tal manera que les queda muy poco papel para seguir trabajando, canales como 100 % Noticias, que no solo echaron preso a sus propietarios, a Miguel (Mora) y Lucía (Pineda) sino que fue cerrado totalmente".

"Son muy pocos los medios de comunicación independientes que, con las uñas, están trabajando y más de 60 periodistas están en el exilio", agregó.

Chamorro, quien es miembro de la mesa de diálogo con una delegación del régimen de Ortega, explicó que este proceso de negociación está suspendida porque el régimen se resiste a cumplir dos acuerdos firmados: la liberación de presos políticos y reparación de las víctimas, así como la celebración de elecciones libres.

"Está suspendida porque nosotros pusimos como condición que el gobierno cumpla dos acuerdos que hemos firmado, un acuerdo de liberación de presos políticos y fue muy poco el avance que se logró en la mesa de negociación. Un segundo acuerdo era el restablecimiento de libertades individuales -prensa, movilización, etc.- que quedó en el aire porque no se llegaron a definir los garantes", acotó.

"De manera general no se logró ningún tipo de acuerdo en el tema de justicia ya que la posición de la Alianza Cívica es que se haga una comisión de la verdad, que se imparta justicia y que no haya repetición, que no vuelva a haber este tipo de represión, y el concepto de que las víctimas del conflicto puedan ser reparadas de manera moral, de manera económica, emocional y psicológica. Estos dos elementos, la justicia y la celebración de elecciones libres, quedó prácticamente en suspenso", explicó.

Chamorro sin embargo, abrió la esperanza de que "si los presos políticos son liberados, existe la posibilidad de que la mesa (de diálogo) vuelva a tomar estos dos temas de justicia y el regreso a la democracia".

Juan Sebastián Chamorro, de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia junto a presidente de la República, Nayib Bukele y su esposa.