Los congresistas estadounidenses James McGovern (Demócrata por Massachussets) y Norma Torres (Demócrata por California), ambos miembros de la Cámara de Representantes, urgieron a la Asamblea Legislativa de El Salvador a discutir el borrador de la ley de agentes extranjeros propuesta por el Gobierno, junto a las organizaciones no gubernamentales (ONG) que pretende regular.
En una declaración pública, los congresistas demócratas se mostraron "profundamente preocupados" por el borrador de esta ley, que requiere a todas las oenegés y grupos que reciben contribuciones extranjeras a registrarse como "agentes extranjeros", pagando un 40 % de sus donaciones en concepto de impuesto por operar en el país.
A criterio de los legisladores estadounidenses, la forma en que está redactada esta ley concede discrecionalidad al momento de aplicarse.
El borrador propuesto, actualmente en consideración de la Asamblea Legislativa, le daría acceso irrestricto a funcionarios del Gobierno para que prohíban de forma discrecional las actividades de estas organizaciones, que sean señaladas como amenazas a la "estabilidad política y social", somete las donaciones extranjeras a estas organizaciones a un impuesto del 40 % y reparte severas penas cuando el Estado determine que hay incumplimientos". James McGovern, Norma Torres, congresistas de EE.UU.
El presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, reconoció ayer que el proyecto de ley está detenido hasta que se llegue a un consenso con la cooperación internacional. El día en que entraría al pleno para su aprobación, la cooperación alemana anunció que suspendería sus programas en El Salvador para 2022 debido a esta normativa.
Al respecto, los legisladores apoyaron la decisión del congreso salvadoreño. "Nos sentimos alentados de que los legisladores salvadoreños hayan pausado para revisar más de cerca las implicaciones y los potenciales resultados de este borrador de ley", apuntan.
Advierten sin embargo que la Asamblea Legislativa debería discutir esta ley junto a la sociedad civil y a oenegés, "para avanzar en la transparencia y el compromiso cívico".
Instamos a los legisladores salvadoreños a poner sobre la mesa la propuesta de borrador actual, continuar su proceso de revisión y trabajar junto a la sociedad civil y oenegés en mejores formas para avanzar en la transparencia y el compromiso cívico". James McGovern, Norma Torres, congresistas de EE.UU.
De acuerdo a McGovern y Torres, Estados Unidos apoyará "todas las leyes que avancen en la transparencia"; pero la propuesta, tal y como la presentó el Gobierno y la modificaron los diputados, afecta la cooperación internacional.
Tememos que esta propuesta, tal como está escrita, resultaría en el cierre de decenas de programas económicos y de desarrollo que benefician directamente al pueblo salvadoreño, y proyectos que promueven la democracia, la defensa de los derechos humanos y fomenten la participación ciudadana. James McGovern, Norma Torres, congresistas de EE.UU.
"Imita las leyes de Nicaragua".
Los congresistas aseguraron que la Ley de Agentes Extranjeros del Gobierno salvadoreño "es bastante diferente" a la ley en Estados Unidos, la Foreign Agents Registration Act o FARA; y es, de hecho, más parecida a la legislación restrictiva de Nicaragua.
Mientras el borrador de ley ha sido presentado como similar a la legislación estadounidense, la ley FARA, es de hecho bastante diferente (...) El borrador de ley parece imitar las leyes represivas de Nicaragua en contra de las oenegés y los crecientes ataques en contra de la sociedad civil en la región, para silenciar a los críticos y restringir a la sociedad civil. James McGovern, Norma Torres, congresistas de EE.UU.
Los legisladores creen que la propuesta de El Salvador "es más parecida a las leyes que se han visto implementadas en todo el mundo para limitar el discurso público, la defensa de los derechos y el debate".
La Encargada de Negocios de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes, ya había declarado el pasado lunes que la ley de agentes extranjeros "no tiene nada que ver" con la ley FARA, y descartó que se trate "sobre transparencia".
Esto, como respuesta a las declaraciones del mismo presidente de la República, Nayib Bukele, quien dijo que la ley había sido inspirada en la de Estados Unidos.
La ley FARA de Estados Unidos exige que los agentes que representen intereses de potencias extranjeras divulguen su relación con el gobierno extranjero, así como los desembolsos del dinero que reciben, en su redacción, no contempla las palabras injerencia o intervención.