En un operativo, la PNC capturó a tres de los solicitados por el juez español. /DEM


Por unanimidad, la Corte Plena de la Corte Suprema de Justicia ordenó, ayer, dejar en libertad a tres militares vinculados al asesinato de los sacerdotes jesuitas, asesinados en noviembre de 1989.

Se trata de los sargentos Antonio Ramiro Ávalos Vargas, Tomás Zarpate Castillo y el cabo Ángel Pérez Vásquez.

Según el magistrado de la Corte, Belarmino Jaime, la decisión fue tomada porque “(ellos) fueron juzgados acá, no se pueden juzgar dos veces”.

El abogado defensor, Carlos Guzmán Segovia, espera que los tres militares sean puestos en libertad hoy a medio día, después de que el Juzgado primero de Paz reciba la notificación.

Por otra parte, la Corte también confirmó que el coronel Guillemo Benavides continuará en prisión y su caso pasará al Juzgado cuarto de Instrucción.

“El coronel Guillermo Benavides fue acusado, condenado y amnistiado; ahora, por no existir la Ley de Amnistía tendríamos que ir a definir su situación en el Juzgado cuarto de Instrucción que conoció su caso en 1993”, explicó Guzmán Segovia.

El abogado defensor también explicó que la situación de los 13 militares que aún tienen orden de captura recae sobre la Sala de lo Constitucional. “(Las órdenes de captura) siguen en pie, pero no tienen sentido”, dijo Guzmán Segovia.

La Sala de lo Constitucional recibió 13 peticiones de Hábeas Corpus, en enero de este año.

El caso

16/11/1989

Un pelotón del Batallón Atlacalt ingresó a la Universidad Centroaméricana José Simeón Cañas y asesinó a seis sacerdotes jesuitas y a dos colaboradoras.

05/02/2016

La Policía Nacional Civil capturó a cuatro de los 17 militares solicitados por el juez español Eloy Velásquez. Las capturas fueron en cumplimiento de una difusión roja de la Interpol.

24/08/2016

La Corte en Pleno decidió liberar a tres de los cuatro militares capturados por la masacre. El coronel Benavides continuará bajo arresto, por la derogación de la Ley de Amnistía.