La oposición cubana ha convocado para este lunes 15 de noviembre a una protesta masiva contra el regimen de Miguel Díaz Canel. Es la segunda gran protesta después de las manifestaciones espontáneas del pasado 11 de julio y que generaron una ola feroz de represión de parte del regimen castrista.

Yoani Sánchez, una bloguera y periodista cubana, explicó así a Diario El Mundo -en una entrevista desde La Habana, donde dirige el periódico 14ymedio- qué esperar el próximo lunes y qué viene para Cuba en su futuro cercano.

¿Qué pasará el 15 de noviembre en Cuba cuando están convocadas nuevamente manifestaciones contra el regimen?

El civismo es como un músculo y ejercer el derecho al civismo, manifestarse públicamente, emitir opiniones, votar. Todos esos caminos que tienen los ciudadanos para emitir una opinión, su agrado o desagrado con algo, evidentemente en Cuba están absolutamente atrofiados, limitados y cercenados.

Por tanto, el 15 de noviembre próximo, cuando está convocada una marcha cívica por organizaciones independientes, es un magnífico momento para ejercitar el músculo cívico.
El músculo cívico una vez que empieza a calentar, una vez que empieza a crecer, a entrenar, ya no vuelve a estar dormido, apacible, manso o dócil como antes del pasado 11 de julio". Yoani Sánchez.

¿Qué impacto tendrán estas manifestaciones sobre el regimen?

¿Será este el día del derrocamiento, del final? no lo creo porque estamos ante un regimen totalitario, con muchas décadas de experiencia y que tiene a su haber las fuerzas más poderosas de la nación, los militares, la Policía, la capacidad de convocar a sus tropas de choque. Pero el músculo cívico una vez que empieza a calentar, una vez que empieza a crecer, a entrenar, ya no vuelve a estar dormido, apacible, manso o dócil como antes del pasado 11 de julio cuando se dieron las manifestaciones populares más intensas, masivas y de alguna manera determinante de la historia cubana contemporánea.

Por tanto veo el 15 de noviembre como eso, un ejercicio del músculo cívico que puede envalentonar a los cubanos y devolvernos de alguna manera la autoestima cívica.

Ha habido una ola de represión feroz desde el 11 de julio pasado, ¿se manifestará la gente? ¿O no saldrá por temor a esa represión?

¿Cuantos llegarán a manifestarse? Es muy difícil saber porque estamos ante un regimen que controla todo, el transporte público, las escuelas, los centros laborales, los medios de difusión y la capacidad de poner prácticamente un policía a las afueras de cada casa de cualquier persona, a lo largo de la isla, que sospechen pueda participar. Por tanto yo no evaluaría el 15N por los números sino por el calor, por el ejercicio y la simpatía y empatía que genere en la población cubana y en eso yo creo que ya ha logrado su objetivo, porque se ha colado como un tema de discusión, se ha colado como un parteaguas de la historia nacional contemporánea y también ha obligado a las familias, a las diferentes generaciones, a debatir sobre qué van a hacer ese día. Ya eso les roba un terreno tremendo al Castrismo que había monopolizado o tratado de monopolizar y encausar las discusiones nacionales y se había presentado como un regimen absolutamente popular, con ascendencia sobre la población, así que más allá de lo que pase o no el próximo lunes, el músculo cívico se está calentando.

¿Cómo esperas que reaccione el regimen a esas manifestaciones?

El regimen cubano, hasta ahora, ante la convocatoria del 15 de Noviembre ha sido de esperar, o sea, no ha habido ninguna sorpresa en la manera que han reaccionado los estamentos oficiales con la vieja campaña del fusilamiento de la reputación de los que convocan o de las organizaciones que convocan a esta demostración pacífica y cívica que incluso está avalada por la misma Constitución que lamentablemente, tiene algunas salvaguardas que evitan que los ciudadanos puedan expresar sus diferencias, su pluralidad, sus deseos de cambiar el estatus quo, pero más allá de eso yo creo que hay que esperar, en esta noche de viernes hay una alocución importante de Miguel Díaz Canel, el hombre que fue designado a dedo como presidente de la República de Cuba pero que nunca pasó por las urnas, y evidentemente esta alocución no hubiera sido posible un 12 de noviembre en que no se cumple ninguna fecha importante en la historia nacional ni es una fecha burocrática si no hubiera sido por la presión, el poner en jaque que ha logrado la convocatoria a la marcha del próximo lunes.
Solo hay dos caminos, ceder o reprimir. Ceder sería aceptar de alguna manera la marcha del próximo lunes y reprimir es lo que ya hemos conocido, el discurso de intolerencia, el discurso de la beligerancia, la preparación de tropas de choque, el ir como una avalancha poderosa sobre los indefensos". Yoani Sánchez.

¿Qué caminos le quedan al regimen entonces?

“Solo hay dos caminos, ceder o reprimir. Ceder sería aceptar de alguna manera la marcha del próximo lunes y reprimir es lo que ya hemos conocido, el discurso de intolerencia, el discurso de la beligerancia, la preparación de tropas de choque, el ir como una avalancha poderosa sobre los indefensos pero eso no se puede mantener mucho tiempo porque este país, entre otras cosas, está quebrado económicamente y para reprimir, incluso, hacen falta recursos.