Era martes 31 de diciembre de 1991. La expectativa de recibir el año nuevo en paz era grande. Solo dos periodistas televisivos salvadoreños estaban en Nueva York esperando que las comisiones negociadoras del Gobierno y de la entonces guerrilla Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) llegaran a un acuerdo definitivo. Como ya se habían acostumbrado dos semanas atrás, los periodistas Moisés Urbina y Rafael Domínguez llegaban desde muy temprano en la mañana a la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Tres días antes, había llegado el entonces presidente de la República, Alfredo Cristiani, quien había asumido su cargo el 1 de junio de 1989.

Era un buen augurio. A los periodistas les habían dicho que el presidente de México había mandado un avión al entonces presidente Cristiani, quien estaba en San Salvador. Eso, suponen los periodistas, agilizó la negociación.

“Al fin se ha llegado al verdadero acuerdo de la incorporación del FMLN desarmado, a la sociedad institucional y política del país, y en primer lugar el cese del enfrentamiento armado comienza con un cese de fuego informal, mientras viene la verificación”, decía el 1 de enero Cristiani en declaraciones reportadas por Diario El Mundo.

La gran pregunta de aquella noche salvadoreña neoyorkina era cómo se podían continuar los acuerdos si el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, terminaba sus funciones a media noche. Urbina recuerda la respuesta que recibió de un vocero de las negociaciones: “Aquí estamos en territorio diplomático. Vamos a hacer una cosa, para que no te moleste (se fue al final del salón, tomó el reloj y le quitó la batería) El tiempo se detiene, así que no te preocupés”. Así pasaron 45 minutos hasta que dieron las 12:25 de la mañana.

Fue el 1 de enero en la madrugada cuando un funcionario de la ONU los llevó al piso 38. Ahí, en un salón, las delegaciones se sentaron y, sin hacer comentarios, el secretario de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, leyó una tan sola página. “Todos los comandantes del FMLN lloraron, toda la gente de la delegación (del Gobierno) lloró, e igual Rafael y yo lloramos”, rememora.

No había celular ni redes sociales que pudieran ser útiles en aquel tiempo para que tan buena nueva llegara a los salvadoreños. Aún así, muchos salvadoreños se dieron el abrazo diciendo: “Se terminó la guerra”. Pero fue el periodista Rafael Domínguez quien grabó la noticia para una transmisión en Teleprensa. “Fue espectacular”, recuerda. Ninguno lo podían creer. “El ambiente que se vivía era de desconfianza. La ofensiva final de 1989 en medio del diálogo había generado mucha desconfianza”, reflexiona Domínguez.

 

La falta de fe y el sello final

Diario El Mundo reportaba la noticia de paz el 2 de enero en su edición vespertina, citando el Acta de Nueva York, en la cual informaba que el documento final de la paz se firmaría el 16 de enero en México. Roberto Cañas, entonces vocero del FMLN, explicaba un proceso de transición desde el 1 de febrero con el cese de fuego, hasta el 31 de octubre, fecha en la cual el FMLN debía ser incorporado a la vida civil como partido político.

No era una simple página. Era el desenlace de la historia de un país con muchas heridas, no solo en las vidas, sino en sus libertades civiles y políticas.

“El Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional declaran que han alcanzado acuerdos definitivos”, iniciaba el acta de Nueva York. “Su ejecución pondrá término definitivo al conflicto armado salvadoreño”.

Habían acordado el fin de la estructura militar del FMLN, la reincorporación de sus integrantes a plena legalidad, a la vida civil, política e institucional del país.

La próxima reunión se dio el 5 de enero de 1992, día en el que acordaron el calendario de acuerdos, y que los “Acuerdos Finales de Paz” serían suscritos en la ciudad de México el 16 de enero de 1992.

“Las Partes se comprometen a mantener la atmósfera necesaria para continuar y profundizar las decisiones unilaterales que han tomado para evitar toda actividad militar. Nueva York, 31 de diciembre de 1991”, finalizaba.

El 6 de enero, Diario El Mundo reportaba cómo ciertos campamentos del FMLN eran desocupados. Tres días, al informar de cruentos combates, también lo hacían de la desconfianza mutua: “Le decimos al pueblo tienen que vigilar, estar vigilantes de que se cumplan estos acuerdos”, decía el entonces comandante Joaquín Villalobos en declaraciones publicadas por Diario El Mundo.

La falta de fe en ese momento era tal que, el 9 de enero, las preguntas periodísticas se centraban en la posibilidad de no ponerse de acuerdo en la negociación. “Eso es imposible, ya que nos pondremos de acuerdo y casi estamos terminando los últimos puntos”, es citado el general Mauricio Ernesto Vargas, de la delegación gubernamental, en la edición de ese día de Diario El Mundo.

Así, en su edición titulaba: “Trábanse negociaciones y alargan plazo hasta mañana”. Era un reporte que, desde la sede de las Naciones Unidas, indicaba que Gobierno y FMLN habían extendido el plazo. “Las negociaciones se trabaron en la elaboración de un calendario para la desmovilización de los rebeldes del FMLN y los términos de su integración”, reportaban, citando al delegado de la ONU en la negociación, Álvaro de Soto.

“No estoy muy preocupado. Una de las características del proceso salvadoreño de paz ha sido siempre el suspenso”, decía en ese entonces el mediador. La discusión tenía que ver con los plazos para la reducción de las fuerzas armadas y la desmovilización de los guerrilleros. “Los guerrilleros alegan que no deben entregar sus propias armas tan rápidamente en tanto las fuerzas gubernamentales permanezcan intactas”, indicaba la edición del 13 de enero. Fue el 14 de enero cuando se vislumbraba ya un acuerdo: “Gobierno y FMLN llegaron a acuerdo final de paz hoy”.

 

Momentos clave

 

Se reanudan negociaciones

Luego de la ofensiva que lanzó el FMLN el 11 de noviembre de 1989, ya iniciadas las negociaciones, en agosto del año siguiente, el Gobierno y el FMLN inician una nueva ronda de pláticas en San José, Costa Rica y se presenta una propuesta para desmontar el militarismo, alcanzar el cese de fuego y avanzar a la democracia sir armas.

 

Acuerdos clave para democracia

En abril de 1991, las delegaciones negociadoras firman acuerdos clave para el país sobre reformas constitucionales en las áreas de la Fuerza Armada, sistema judicial, derechos humanos y sistema electoral. En junio, termina la ronda de diálogo en México, sobre la formación de una Policía Nacional Civil y el proceso para disolver los cuerpos de seguridad en funciones.

 

Reforma constitucional

Fue el 28 de abril cuando representantes del Gobierno y el FMLN acordaron la reforma de 24 artículos de la Constitución Política sobre la Fuerza Armada, sistema electoral y el poder judicial. Un día siguiente la Asamblea Legislativa aprueba las reformas a la Constitución, y la nueva Asamblea Legislativa siguiente los ratifica luego del 1 de mayo.

 

16/12

En 1991, el 16 de diciembre, en Nueva York, el secretario ONU, gobierno y FMLN inician una ronda de negociación para el fin del conflicto.

 

01/01

En las primeras horas del 1 de enero de 1992 se dio a conocer el acuerdo final a los medios presentes en la sede de la ONU, Nueva York.