El puntaje es equivalente a un índice de 58 de fragilidad base 100.
La mayor fragilidad de El Salvador es registrada en migración y fuga de cerebros, algo que implica una fragilidad de 8.5 en donde la máxima es 10. La segunda fragilidad salvadoreña es la presión demográfica (7.0), los aparatos de seguridad (6.9) y la violencia (6.1).
El informe evalúa 178 países, en donde el 1 es el estado más frágil: El Salvador ocupa el peldaño 96, y se coloca mejor que Guatemala, Honduras y Nicaragua.