Si el presidente de la República, Nayib Bukele, sanciona la reforma, podrán votar todos los salvadoreños nacidos dentro y fuera de las fronteras nacionales, que tengan residencia en el extranjero
El decreto establece una votación por diputados por departamento de origen o nacimiento, igual que en las elecciones presidenciales.
En la votación por alcaldes y concejos municipales, los diputados acordaron que quedará a criterio de los salvadoreños en qué municipio asignar su voto, para lo cual deben comprobar sus vínculos con dicho municipio.
Como en la elección presidencial, ambos mecanismos de votación requerirán previo empadronamiento y serán mediante correo postal, descartando así de entrada el voto electrónico.
El decreto es incierto y podría ser vetado por el presidente, Nayib Bukele, quien cuestionó el exceso de requisitos para el voto municipal.
“Ahora quieren que entreguen recibos de luz, agua, de sus familiares en El Salvador”, señaló. “Están buscando dar la figura formal de que están derecho al voto en apariencia pero en realidad es un fraude de ley”, criticó.
El titular de Hacienda, Nelson Fuentes, aseguró que hay suficientes fondos para costear una elección en el exterior aunque no especificó si este debería ser bajo modalidad electrónica.
Difícil camino
Para ejercer su derecho, el camino ha sido incierto. El congreso aprobó hace dos semanas un primer paquete que solo permitía elegir a diputados de la Asamblea Legislativa y del Parlacen, sin permitir el voto para concejos municipales.
El veto llegó una semana después, argumentando “inconstitucionalidad” por desobedecer el mandato de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que mandó incluir a la diáspora en todas las modalidades.
Tres diputados se abstuvieron de votar, debido a que no se incluyó el voto electrónico: Milena Mayorga y Felissa Cristales, de Arena, y el no partidario Leonardo Bonilla.
