El expresidente de Bolivia, Jorge Quiroga, advirtió a El Salvador que Venezuela tendrá “la quiebra más soberana y grande de la historia” y prevé un “contagio imparable”, recomendando a El Salvador no estar asociado y vinculado al régimen de Venezuela.
“Estar asociado y vinculado con un régimen tan repudiado por su debacle, catástrofe humanitaria, por la represión sanguinaria, no es bueno”, afirmó el exmandatario en el Encuentro Nacional Empresarial (Enade), organizado por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP). “No es bueno seguir en el Titanic, no hay que esperar que se hunda para buscar salvavidas”, agregó.
Quiroga señaló que República Dominicana y Jamaica, que tenían el acuerdo de Petrocaribe con Venezuela, han prepagado a ese país $0.50 por dólar de la deuda contraída por el suministro del petróleo.
“Sé que el mecanismo aquí es diferente, alcaldes petroleros, pero en el fondo el consumidor salvadoreño que llena su tanque está pasando recursos a 100 centavos el dólar a una narcodictadura quebrada cuando otros que se han prestado han hecho una reducción de ese endeudamiento”, afirmó, sobre Alba Petróleos, una sociedad mixta conformada por las alcaldías del FMLN y la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Quiroga ve que la relación alcaldías y PDVSA también es de Estado a Estado. Por eso, sugirió no dejar fuera de la mesa fiscal el pago de esta deuda de Alba Petróleos con la petrolera estatal venezolana.
El expresidente aseguró, sin embargo, que ve cierta distancia del Gobierno de El Salvador a pesar de las relaciones antiguas y que eso no se compara con el “abyecto servilismo” del gobierno boliviano, dijo.
El exmandatario boliviano también ve que el default en Venezuela es una cuestión de tiempo.
Otra de las recomendaciones del ponente fue entrenar a las personas en empleos, pero no empleos del pasado.
Insta a acuerdo fiscal
Al final de su ponencia lanzó un mensaje a los políticos: ponerse de acuerdo para resolver el problema fiscal del país, porque cualquiera puede llegar al Gobierno.
Aseguró que tiende a ser normal la actitud política de oponerse a proyectos cuando el adversario es el Gobierno. “Hay una ventana de oportunidad, en la medida que los actores tienen el incentivo de que no quiero que esto me toque si vamos a ser Gobierno y como en campaña todos sentimos que vamos a ser gobierno”, argumentó frente a empresarios y políticos.