¿Cómo un salvadoreño debe entender qué es la polarización?
Cuando yo empecé a interesarme en este tema en El Salvador, a inicios del año pasado, mandé a hacer una investigación financiada por mis propios recursos, para saber qué estaba pensando la gente y saber si mi iniciativa, para despolarizar mentes, tenía un asidero y para mi sorpresa, la gente podía entender perfectamente la polarización: me describía -no solamente a nivel político- sino como en sus familias se expresaba y también cómo en el mismo trabajo y en las comunidades había esa dificultad para entenderse, porque ellos mismos dicen que el salvadoreño es “mecha corta”, y cuanto tú tienes ese carácter reactivo, tan rápido, entonces es muy fácil irte a lo que conoces ¿y qué conoces? Conoces un extremo y conoces el otro.
Los partidos han jugado un rol, si se quiere, negativo porque adoctrinan de una cierta manera a sus militantes -lo cual es normal- pero políticamente se ha exacerbado ese adoctrinamiento y llega a hacerse personal, ya no es solamente algo ideológico, se convierte en una exclusión personal y al convertirse en una exclusión personal, no hay espacios, porque t sientes que es tu identidad la que está involucrada, por eso es tan díficil desmontar la polarización.
Sí creo que el salvadoreño promedio entiende, lo que es la polarización, lo entiende porque lo sufre, y además lo vive y lo disfruta; en época electoral tú disfrutas estar en uno de los entes políticos, porque eso forma parte de una fiesta electoral, pero, la idea es que una vez que se acaba esa fiesta cada quien vaya a desempeñar el trabajo que tiene y no prolongar la polarización, más allá. El problema está, en que la polarización se prolonga en todas las esferas de la vida de la persona y en todos los actores de la sociedad, por eso se hace complejo.
Cuando yo veo las entrevistas que ustedes han hecho, solo se ve uno, el lado negativo de la polarización y en segundo lugar, hay un clamor de que es necesario abordarla, porque ya el país, la gente entiende que está en una situación bastante díficil y que es necesario aprender a lograr visiones compartidas, más allá de los planteamientos ideológicos de cada partido.
La polarización tiene aspectos positivos. La polarización como dinámica de confrontación, es el principio de la vida, generadora de soluciones, generadora de múltiples formas de ver. Todo nace de la conjunción de dos posiciones extremas. Todo. Desde la vida como tal, desde el feto y así tú vas escalando a lo largo de toda la cadena de la evolución humana y toda en cada evolución de esos niveles.
¿Qué es lo que pasa? Cuando llega a la escala social, aparece algo que no aparece en los otros niveles: intereses. Al aparecer los intereses, se distorsiona la intención positiva de la polarización para que sea generadora de vida. Ya existen razones externas a la polarización que hace que no sea positivo, sino que se estanque el proceso, estacionándote en un extremo.Cuando eso ocurre, cada extremo solo ve lo positivo de su extremo y solamente ve lo negativo del otro. La dinámica despolarizadora, lo que logra es que tú puedas ver lo positivo y lo negativo que tienes porque cada extremo tiene su positivo y su negativo, entonces, ¿cómo tú comienzas a despolarizar? De una manera muy didáctica, incluso escribiéndolo, yo lo he hecho cuando hago clínicas de despolarizar mentes: la gente comienza a trabajar, escoge un problema y ese problema se polariza- porque para resolver un problema lo primero que debes hacer es polarizarlo- y después identificas lo positivo de este extremo y lo negativo éste; lo mismo haces del otro lado ¿Y cuándo se genera la despolarización? Cuando tomas lo positivo de este extremo y lo positivo del otro y lo juntas y lo superas; luego tomas lo negativo de esto, y lo negativo de lo otro y lo juntas para que veas lo negativo y sumar lo positivo de ambos.
Los partidos políticos son uno de los diez actores que necesitan despolarizarse, estoy escribiendo un libro sobre la despolarización en El Salvador y ahí describo a estos diez actores: Gobierno, empresarios, partidos políticos, medios de comunicación, sindicatos, sociedad civil, academia, iglesias, Fuerza Armada y Cooperación Internacional.
La polarización está repartida entre los distintos actores de la sociedad y a la hora de buscar un desmontaje de la misma es necesario, lo que yo llamo una plataforma nacional para la despolarización. Esta propuesta la presenté a muchos actores de la sociedad el año pasado: a Gobierno, al sector económico, académico, a la cooperación internacional; asumí un rol como investigadora y académica para hacer un aporte a la sociedad salvadoreña y me encontré con que la mayoría consideraba que era un tema interesante, pero algunos no tenían tiempo, otros no tenían recursos, tenían otra agenda.
Hasta que la polarización no se convierta en un tema de agenda pública no va a poder ser abordada, porque es lo que se llama la politización de un tema, cuando tú logras colocarlo en la agenda pública, entonces es necesario politizar la polarización, ponerla en el espacio de lo público.
¿La polarización tiene niveles o etapas?
Como todo conflicto, proceso tiene sus etapas. En general al comienzo, es como cuando uno entra a una empresa o conoce a alguien, es un intercambio de información y con esa información decides, si entras o no entras; cuando estás adentro, viene el otro nivel: estos son nuestros procesos, planes y tú los aceptas o no, aún estando dentro . Luego viene una etapa superior, que ya se definan los valores, que implican un compromiso personal; hasta ahí está muy bien, pero cuando sube, entras a una etapa de fundamentalismo, donde es tú valor contra el otro. Ahí es donde se convierte en negativo, porque entre el fundamentalismo y el fanatismo, se convierte en algo perverso.
¿En qué etapa se puede ubicar la polarización que tiene El Salvador?
Por los estudios que he hecho, hay como dos capas: una capa fundamentalista, sin duda alguna porque están los intereses que hacen que te quedes en ese extremo, pero cuando tú entras abajo y después de estar recorriendo el país, cuando estas con los actores reales y les das las herramientas, tú ves que esto permea pefecto, no hay obstáculos; al contrario, la gente se siente como liberada.
Hay alcaldes que me han dicho: ‘yo quisiera ponerme de acuerdo con mis concejales, pero la línea de mi partido no me deja’, entonces se convierte en un obstáculo.
¿Y qué impide dar el paso para despolarizarse?
Dos cosas, o hasta tres: uno, crear un espacio para eso, porque tú no vas a despolarizar en la calle, tú necesitas un espacio donde la gente vaya a hacerlo. Dos, adquirir las herramientas, porque solos no lo van a hacer, como cualquier cosa. ¿Necesitas manejar computadora? Necesitas aprender computación ¿Necesitas dialogar? Necesitas adquirir las herramientas del diálogo. Y luego, los recursos, a menos que esto lo financiara la cooperación internacional, esto a la gente le puede costar, además del tiempo para adquirir las herramientas.
La polarización es un sistema del siglo XX para atrás, pero no es el pensamiento que necesitamos para el siglo XXI y ya estamos a 15 años del siglo XXI. El pensamiento del siglo XXI es sistémico, cada problema lo tienes que poner en su contexto y eso tiene múltiples dimensiones y necesitas las miradas de todos para poder acercarte a la multimensionalidad. Entonces la polarización no funciona en el siglo XXI, si quieres resolver problemas, es una herramienta desfasada. Por más buena voluntad, la polarización no va a dar resultados porque ya la realidad es otra.
¿Cuáles son las causas de la polarización política en el país?
Ha habido diferentes a través del tiempo, pero considero que se trata de visiones. Hay diferencias en el cómo; hay visiones de países distintas. El tema es que en el siglo XXI hay soluciones que te permiten acercar esas posiciones, ya existen los conceptos, pero necesitas un liderazgo que esté dispuesto a dejar lo que lo definió tanto tiempo ¡es un problema de identidad! La polarización no se abandona porque piensa que su identidad está en juego.
Por mi experiencia en la región, los partidos políticos son las instituciones más atrasadas de todas y dentro de los partidos se decide todo sobre la vida política de un país, ¿Qué pasa? Que tú repites en otras instancias, lo que aprendiste en los partidos, por eso yo me dedico a la modernización de partidos políticos.
¿Cómo despolarizar a un país, donde hay partidos de derecha y partidos de izquierda que se consideran enemigos a destruir?
En Honduras, junto con la cooperación internacional se diseñó un sistema de modernización de partidos políticos, completo. Fue una experiencia inédita, porque todos los partidos aceptaron ser modernizados apoyados por la cooperación internacional. Pero ya no está en la agenda de ninguna cooperación como tal, porque no es tan fácil convencer a un partido que se modernice. En Honduras ocurrió un milagro y lo aceptaron.
La modernización de los partidos es un punto esencial para que formara parte de la agenda no solamente del país, sino de la cooperación que tiene recursos para hacerlo. Hoy día, el país cuenta con 36 facilitadores de diálogo que tuve la oportunidad de formar el año pasado con apoyo de la cooperación holandesa, con Isdem y Comures; estos facilitadores de diálogo que aprendieron las herramientas de cómo planificar y organizar el proceso de diálogo, ahora apoyan a los concejos municipales plurales, que tampoco tienen la cultura del debate.
El poder está en la gente y en las comunidades, y en los concejos municipales es la mejor manera de empezar una despolarización masiva: existen los espacios y las herramientas, pero no está en la agenda.
¿Cómo debe ser ese líder que humanice la política, que despolarice?
¿Qué es lo que tenemos? Un liderazgo bastante tradicional que está anclado en los viejos paradigmas. El liderazgo del siglo XXI fomenta el liderazgo de todos los demás, fomenta el respeto, la confianza, el trabajo en equipo, la construcción de alianzas y además se moderniza en cuanto a soluciones del país. Que humanice la política, que la gente vuelva a creer que es un espacio para encontrar soluciones a sus problemas.Hay que recuperar la majestad de la política y eso lo haces siendo tú, un ejemplo de ello, porque no puedes ser ejemplo de ello si estás actuando de otra manera.
Perfil
Mireya Rodríguez
Licenciada en Relaciones Industriales en Venezuela, doctora en Economía del Trabajo; es especialista en “Desarrollo y cooperación ténica con un postgrado en negociación”. Creó y coordinó la Academia del Programa de Negociación y Resolución de conflictos de la Universidad Metropolitana de Venezuela.
Autora de “Gobernar el siglo XXI: ciencia y política para todos” (2013) y “Trabajo y modernidad hacia un nuevo orden laboral” (1994). Fue presidenta del Foro Mundial de la mediación entre 2007 y 2012. Ha diseñado talleres de modernización partidaria, mediación comunitaria y visión sistemática del diálogo. Fue diputada del congreso de Venezuela.