El magistrado de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Sidney Blanco, señaló ayer que el cumplimiento de la resolución que suspendió la deuda política a los partidos políticos y abre la posibilidad de frenar candidaturas será “una prueba para el Tribunal Supremo Electoral”.

El 8 de septiembre, la Sala tuvo por no cumplida la sentencia que ordenó a los partidos políticos informar de dónde y hacia dónde van los fondos de campaña.

“A través de la delegación que la Sala hace al TSE para que sea el Tribunal el que decida si un partido ha rendido de manera satisfactoria las cuentas y decidir en última instancia si inscribe o no un partido político que se resiste o cumple la rendición de cuentas. Esta es una prueba para el Tribunal Supremo Electoral que muchas veces reclama ser máxima autoridad electoral”, dijo el magistrado, durante su programa en radio cadena Mi Gente.

“La transparencia y la rendición de cuentas no debe verse como algo ne-gativo a los partidos políticos, esto le da mayor legitimidad”, dijo Blanco.

El magistrado recordó que la Asamblea Legislativa no ha legislado para garantizar que los partidos revelen quiénes son todos sus financistas y hacia dónde destinan sus fondos.

Hoy ha dado un nuevo plazo a la Asamblea: 1 de noviembre. “Es impro-rrogable”, advirtió Blanco.

Por su parte, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Armando Pineda, reiteró ayer que no se podrá entregar deuda política a los partidos políticos, si no cumplen con el requisito de informar con el origen y el destino de los fondos de campaña de los años 2014 y 2015. Agregó que entendía que ninguno de los partidos ha cumplido.

El FMLN no ha detallado el nombre de donantes por $7.3 millones en dos años; y ARENA reporta una dona-ción de $10.2 millones que sobrepasó los límites.