La versión del presidente Nayib Bukele sobre la militarización de la Asamblea Legislativa el pasado 9 de febrero no es aceptada por todos. Tilly Metz, presidenta de una delegación del Parlamento Europeo que visitó El Salvador la semana pasada, asegura que el mandatario es “demasiado listo” como para permitir un desfile militar de tal calibre en el congreso.
¿Cómo sucedieron los hechos del 9-F según lo que les dijo el Presidente?
El presidente dijo, concerniendo a los eventos del 9-F, que en ningún momento llamó al Ejército, que ellos estaban ahí porque había una manifestación afuera y debían proteger.
¿Cómo ven el 9-F desde la Unión Europea?, ¿qué pasaría si los militares ingresaran al Parlamento Europeo?
No pasaría, es imposible. No podemos comparar realmente la situación en Centroamérica y Europa, porque la conexión con la Fuerza Armada es ciertamente distinta a la que tenemos nosotros.
La historia es diferente. Siempre ha habido una especie de colonización acá, entonces hay otra mentalidad: esto es algo que el presidente Bukele dijo, y es un buen punto. No podemos comparar Luxemburgo con El Salvador, y eso es seguro.
¿Enciende las alarmas entre la comunidad internacional?
Sí. Quiero decir, con las fotografías que vimos mi primera reacción fue: “¿qué está haciendo?” el símbolo de la fotografía en sí misma fue un shock. He escuchado diferentes explicaciones de la situación, y no puedo creer, debo ser honesta, no puedo creer que estuvieran ahí porque la puerta estaba abierta.
¿No cree en esa versión?
No. Él es demasiado listo para eso, demasiado inteligente, no puedo creer eso. Lo que él me dijo ayer (24 de febrero) no fue que cometió un error, él nunca lo diría, fue una manera de “calmar” la situación, para dejar en claro que no quería lastimar a nadie. Ese fue el mensaje y es la interpretación que tomo: “No quería lastimar a nadie”. Pero tenemos que estar alerta de lo que podría suceder en próximos pasos.
Si todo el tiempo busca confrontar a la Asamblea Legislativa, la situación irá empeorando. Es decir, si la estrategia es tratar de no hablar de ciertos problemas y, para eso, hacer confrontación, entonces, veo peligro.
Si fue un momento de impaciencia, incluso con tan mala estrategia y método... aún así, tenemos que seguir cuál será su próximo paso.
¿Cuáles podrían ser estos pasos?
Realmente creo que la Asamblea Legislativa y el Gobierno aún tienen una plataforma para comunicarse, para encontrar soluciones juntos. Tengo esperanza en ello.
¿El Presidente se comprometió en algún momento a buscar el diálogo?
No. Pero dijo en reiteradas ocasiones que quiere respetar el procedimiento institucional, que quiere respetar la democracia. Y tomo eso como una forma de decir que respetará el proceso dentro de la Asamblea Legislativa, al menos es una buena interpretación.
¿La Asamblea debería investigar lo que sucedió el 9-F o debería ser cuidadosa con las medidas que tome?
Tenemos que dar vuelta a la página, lo siento. Desde los métodos, el estilo, lo que dijo (Bukele) afuera del Congreso a la gente, es inaceptable. Estamos claros en eso, no es aceptable ni justificable. Pero, con todo el apoyo popular que tiene, hay que ser muy cuidadosos. No podemos permitir una escalada de violencia en donde la gente pobre sea la más afectada. Tenemos que ser cuidadosos en dejar un mensaje claro: es inaceptable ver a militares adentro de la Asamblea Legislativa con armas de gran calibre, como en la guerra civil y tampoco es aceptable decir que los quemará a todos (“Si ustedes vivieran un día en El Salvador, créanme que quemarían a todos los políticos juntos”, dijo el Presidente el 20 de febrero).
Tenemos que ver hacia el futuro, tratar de fortalecer esta joven democracia y no poner fuego a quienes pretenden más enfrentamientos en las calles.
¿Hay un riesgo de levantamiento popular de iniciarse esta investigación?
Yo no lo haría. Soy optimista, podríamos tomar la perspectiva de que esto fue un incidente aislado. Volteemos la página, sigamos discutiendo y comunicando sin dejar de pronunciarnos cuando sea necesario. El punto es que no podemos perder más tiempo en eso cuando hay temas tan importantes como el acceso al agua potable, la falta de equidad, las mujeres encarceladas por abortos involuntarios, la violencia... No deberíamos perder tanta energía en este incidente. No olvidarlo, pero ver nuevas perspectivas.
¿Qué podría decirse de la militarización en el resto del país?
Mucha gente votó por él porque querían mayor seguridad. Y para algunos, mayor seguridad significa más militares en las calles, más policías. Para mí no, prefiero apostar a la prevención. La diferencia es que en Luxemburgo y la Unión Europea no lidiamos con maras. Así que la situación, de nuevo, es muy diferente. Sin embargo, el fin de la seguridad no puede ser la expansión de la Fuerza Armada: la libertad de expresión, la libertad para ser diferente, de asociación, de prensa, ese es el objetivo.
¿No se apuesta suficiente a la prevención?
Ayer vi una fotografía que me impactó. Era una valla (publicitaria) en contra de las maras y eran jóvenes sentados en el suelo como prisioneros, con las manos en la nuca, que decía: “Si te unes a la mara, la salida es la muerte o la prisión”. ¿Es esa la solución? ¿Hacer que la gente tenga miedo? Tienes que dar una perspectiva concreta a estas personas, para que puedan tener un trabajo en el sistema formal, darles un sentido de pertenencia, tener una comunidad que los respalde. No puede ser a través del terror.
Perfil
Tilly Metz es diputada del Parlamento Europeo en representación de Luxemburgo. Es maestra de profesión y política de carrera por el partido Déi Gréng (centro-izquierda), que presidió desde 2004 hasta 2008. Visitó El Salvador entre el 24 y 25 de febrero como parte de la gira de la Delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con Centroamérica (DCAM) por la región.