El presidente Nayib Bukele regresó ayer vetados los decretos legislativos que permitían operar a todas las empresas de alimentos y bebidas y que el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) siga dando atención médica a personas despedidas o suspendidas en la emergencia por COVID-19.
La Asamblea Legislativa reformó la ley para garantizar la cobertura de salud durante dure la emergencia nacional a los trabajadores que hayan quedado desempleados o suspendidos de sus contratos durante la emergencia.
Sin embargo, el mandatario lo vetó por inconstitucional, debido a que considera que se viola los principios de democracia, pluralismo, publicidad, contradicción, libre debate y discusión, ya que señaló que no fue discutido en la Asamblea.
Argumentó que el decreto viola el principio de equilibrio presupuestario y racionalidad del gasto público, advirtiendo incluso un grave riesgo para las reservas técnicas del ISSS.
El ISSS, al ser consultado por la Presidencia, dijo no haber sido consultados por los diputados y sugirió tomar en cuenta a sectores más vulnerables, ya que el 97 % de empleadores pertenecen a la micro, pequeña y mediana empresa: 33,358 empresas privadas salvadoreñas.
Alimentos
El gobernante también regresó vetada una reforma a la ley de emergencia nacional, el decreto 593, que permitía a todas las empresas de alimentos y bebidas a mantener sus operaciones durante la emergencia por el COVID-19.
El gobernante critica que no fueron tomadas en cuentas opiniones de instituciones como ministerios de Salud y Agricultura, Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria.
Al consultar con el Ministerio de Agricultura y Ganadería, este dijo que “no es necesaria la producción” de bebidas alcohólicas, carbonatadas y golosinas en momentos de crisis; y sugirió a la Presidencia autorizar únicamente producción de alimentos de vital importancia.