Cambiar la fecha de las elecciones municiales y legislativas del 28 de febrero de 2021 entraría en conflicto con la Constitución de la República, advierte el Departamento de Estudios Políticos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

El conflicto, según el análisis de Fusades, se daría porque la Constitución de la República exige que los diputados asuman el 1 de mayo cada tres años y que los concejos lo hagan cada 3 años, de acuerdo a los artículos 124 y 202.

Una suspensión de las elecciones obligaría, advierte el estudio de Fusades, a reformar la Constitución con los efectos políticos que conlleva.

“Esta opción debe descartarse por completo. No solo porque el proceso de reforma constitucional involucra a dos legislaturas, sino también porque se estaría vedando el derecho de los electores a elegir, en tiempo, a sus representantes en la Asamblea Legislativa, gobiernos locales y el Parlacen”, subraya.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) continúa el proceso electoral que marca el 28 de febrero de 2021 como fecha de las elecciones municipales y legislativas en El Salvador.

Para el magistrado del TSE, Noel Orellana, el país “entraría en un caos constitucional” si se prorrogan las eleciones.

El TSE no detiene su proceso. Esta semana proyecta pedir el primer desembolso para el proceso electoral al Ministerio de Hacienda y ya inició el proceso de adquisición del conteo de votos.

Fusades advierte que, si las elecciones se atrasa, se violaría el principio de periodicidad, es decir, la facultad de sustituir a los funcionarios una vez terminen sus periodos.

 

Medidas sugeridas

 

Distancia entre los votantes

Fusades recomienda una distancia de 2 metros, marcar los espacios de suelo, reacomodar mesas de votación, diseñar protocolos de entrada y salida, entre otros.

 

Estaciones de lavado y limpieza continua

Instalar estaciones de lavado de mano o alcohol gel, propaganda de medidas de higiene y limpieza continua de superficies de votación.

 

Que el votante lleve lapicero

Considerar que cada votante traiga su propio lapicero para marcar papeleta, el voto postal en ciertos casos y no incluir a población de riesgo en las mesas.