El presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) no cree que el plan económico acordado con el Gobierno sea la solución de fondo, lo considera un paliativo temporal. La mejor manera de enfrentar esta crisis por el COVID-19 es, de acuerdo a Luis Cardenal, empezar a trabajar lo más pronto posible con protocolos de seguridad que están elaborando junto al Ministerio de Trabajo y Casa Presidencial. “Aquí no hay gangas”, explica, sobre la negociación coordinada por Karim Bukele, el hermano del Presidente.
¿Cómo fue la negociación con el Gobierno?
(...) La otra cosa que se ha solicitado es que la mejor manera que el impacto económico sea menor es empezar a trabajar lo más pronto que sea posible. No estamos hablando de poner en riesgo la salud, sino de hacerlo de manera en que se cumpla los protocolos de seguridad y salubridad para garantizar que no va a haber contagio. Hemos propuesto la creación de un protocolo marco, protocolos por cada sector y para cada empresa, para que así todo mundo sepa qué es lo que tiene que hacer para poder empezar a trabajar aunque sea de manera parcial lo antes posible. Hemos sugerido turnos, para trabajar a medio tiempo la mitad de las personas, unas personas trabajan unos días, otras personas trabajan otros días, pero todos van a recibir al menos parte de un salario.
Lo otro fue la negociación de que se le puedan pagar las vacaciones a los trabajadores en este periodo en que se está descansando; antes la ley decía que para cambiar las vacaciones había que negociarlo con un mes de anticipación, lo que se dice es: ‘lo que queremos es que le paguen a la gente, aunque no estén trabajando’, entonces: ‘den permiso de que las empresas puedan pagarle las vacaciones a sus colaboradores como parte de esta emergencia’, porque de todos modos sería ilógico que se pida que, después que hemos estado dos o tres meses en la casa sin trabajar, que diga el trabajador ‘yo necesito mis vacaciones’, y aquí es que todos tenemos que hacer sacrificios con tal de que saldemos nuestro tejido productivo de manera tal que se pierdan el menor número de empleos posible. Esto es algo que está dentro de los decretos y que está presentando a la Asamblea.
¿Cuál fue la postura del Gobierno en torno a la suspensión de contratos?
La postura del Gobierno oficial es que no se haga pero es una postura que va contra la ley, el Gobierno no puede prohibir algo que la ley permite, puede tratar de interpretarlo a su modo pero la verdad es que no puede prohibirlo. Porque el artículo 36 del Código de Trabajo dice que en caso de motivos de fuerza mayor como guerra, pandemia, que no sea imputado al empleador o al empleado, los contratos pueden ser suspendidos sin ninguna consecuencia negativa para ninguno de los dos. Eso lo permite la ley. El 37 es de manera unilateral. Nadie quiere suspender los contratos. Pero si hay empresas que ya no pueden pagar porque ya no puede, porque es difícil pagar cuando uno no está abierto, no está funcionando, no está recibiendo ningún ingreso, porque eso es un problema de caja, se hace imposible aunque sea una empresa grande.
Le doy este ejemplo, real: me dice esta empresa, tenemos 10,000 empleados, ganaban $500 mensuales en promedio, por mes significa que tiene una planilla de $5 millones, imagínese que paga $5 millones el primer mes y el segundo mes, otros $5 millones, significaría que usted tiene que tener $10 millones en el banco sin hacer nada, ahí parqueados, para poder hacerle frente a la planilla. Ninguna empresa lo tiene. Y dicen: vendan alguna cosa. ¿Qué va a vender uno?, si en este momento que nadie está trabajando, quién está comprando nada. ‘Pida un préstamo’. Los bancos no le van a dar $5 millones para eso, o $10 millones. Entonces, la empresa tiene dos opciones: suspendo, porque ni modo, cuando la situación se normalice vuelvo a contratar y la gente conserva su trabajo o los despido, ¿quién sale perdiendo ahí?, el trabajador, ¿qué es lo que queremos?, los empleos.
No estamos haciendo un llamado a la gente a que suspenda, no. Todos los que estén abiertos y estén trabajando, sigan pagando y síganle pagando de la manera más normal que puedan. Pero aquellos que no puedan están en su derecho están en su derecho de suspender contratos, traten de no despedir.
¿Para cuánto tiempo de paralización económica puede amortiguar este plan?
Yo creo que entre más rápido se abra, menos impacto se va a tener. Por eso decimos: que se abra lo más pronto posible, tomando las medidas de seguridad necesarias, porque la ola del virus no ha golpeado como habían pronosticado, serán por las medidas de seguridad, por suerte, por lo que sea, pero no ha golpeado. Pero si seguimos esperando que nos golpee, aquí nos podemos tirar seis meses. Ahí sí no va a haber nadie abierto, ahí sí no va a haber qué hacer, todos vamos a estar bien fregados. Lo que nosotros quisiéramos es que, a partir de que se termine esta cuarentena, empecemos a abrir de manera parcial.
¿A partir del 1 de mayo?
Sí, a partir del 1 de mayo. Pero no hemos podido conseguir que el Gobierno nos diga que esto así va a hacer. Nos da la impresión de que en este momento se está analizando o tienen la idea de que la cuarentena continúe por más tiempo. No sé si es una semana en mayo, dos semanas en mayo o todo mayo, y que sea hasta junio. Pero es poco conveniente en términos globales que sigamos sin trabajar un sector tan grande de la población y del sector productivo, entonces, lo que queremos: la prioridad sí es la salud y la vida, y debemos hacer todos los esfuerzos para proteger la vida y la salud pero tenemos que ser realistas y buscar cómo tener un balance y una proporcionalidad. Aquí vale la pena señalar y no quiero que se malinterprete, pero ahora que más conocemos de este virus, nos vamos dando cuenta que no es que el 80 % de la gente que se infecta se muere, 80 % tiene síntomas leves o síntomas de una gripe y se compone, de ese 20 %, 5 % son los que se agravan, las estadísticas señalan, aparte de Italia, que el índice de mortandad es un 2 %. De alguna manera tenemos que buscar cómo la población se inmunice lo más posible. Yo no digo que nos arriesguemos y que seamos irresponsables, pero sí que tengamos una proporcionalidad y un balance entre las medidas para que la cura no sea peor que la enfermedad.
Algunas veces el Presidente ha tenido expresiones contra la gran empresa en Twitter, ¿se impregnó de esto alguna reunión?
No quiero crear más confrontación, lo que decimos es que se hagan comentarios que muchas veces son injustos e injustificados donde la cosa no se maneje de forma técnica con argumentos racionales y con el respeto que todos merecemos a la hora de tener diferencia de opiniones. Las discusiones no han sido fáciles, han sido largas, pero al final, hemos llegado a tener una relación en donde se ha mantenido el respeto y donde hemos llegado a conclusiones que son de beneficio para el país, donde, como pueden ver al analizar los acuerdos, aquí no hay gangas, aquí no se han pedido favores ni tratos privilegiados para nadie ni para ninguna empresa ni para ningún sector, donde el énfasis ha sido en los más pobres, débiles y vulnerables, donde casi todo va aumentado para la micro y pequeña empresa, y para los trabajadores. Nada de esto es una cosa donde se saque algún beneficio o alguien se vaya a lucrar de eso. Ese es el esfuerzo que hemos realizado y el tiempo que le hemos dedicado porque creemos que en una pandemia, en una crisis nacional, tenemos que pensar todos como salvadoreños por el bien del país y no en los intereses particulares, políticos o económicos de un sector. Este es el momento de ser solidarios, de unirnos para poder hacerle frente a esta pandemia.
Usted me planteaba el problema de una gran empresa, que tienen la mayor cantidad de trabajadores. ¿Estas no fueron beneficiadas con ninguno de los fondos?
No, porque son para empresas que tengan 100 o menos empleados. Lo que se ha pensado aquí es que estas empresas están pidiendo que los dejen trabajan, que se abra lo más pronto posible, eso es lo que están pidiendo. Esta solución no es una solución completa, absoluta y total, no resuelve el problema al cien por ciento para el cien por ciento de la gente, es un paliativo y es dentro de la realidad que vivimos, no el ideal, lo mejor que se ha podido obtener, proponer.
La gran empresa, si bien es bien importante, lo que se ha pensado dentro de esta discusión es que tienen más opciones, muchas empresas, si son internacionales pueden tener financiamientos de otras fuentes o de otras formas, o tienen la capacidad de tener reservas y con esas reservas, si bien van a salir golpeadas, hagan uso de esas reservas para poder sobrevivir esta crisis pero obviamente si hay poquísimos recursos, que ni siquiera los tenemos en la bolsa, sino que hay que irlos a conseguir, tienen que ir orientados para apoyar a los más débiles, a los más necesitados, a los más vulnerables, que son las micro, pequeñas y hasta medianas empresas, si alcanza el dinero para llegar ahí.
¿Fueron aceptados por el Gobierno los protocolos de seguridad?
Se están trabajando en ellos. Ya nosotros solicitamos a todas las gremiales, a todos los sectores, que presentaran propuestas de protocolos y ya se presentaron. Ahora hemos discutido con el Ministerio de Trabajo y con Casa Presidencial de que ellos revisen, den el protocolo marco y vayan aprobando los protocolos que se van presentando, para que, en el momento que se pueda abrir estemos listos para ir con todas las medidas de seguridad que no ponga en riesgo ni a nuestra gente ni a nuestros consumidores ni a nuestros clientes.
¿Se reunieron alguna vez con el Presidente?
No, no personalmente con el Presidente, sino con su representante, que es su hermano, el licenciado Karim Bukele, que fue quien dirigió las negociaciones por parte del Gobierno y en diferentes momentos con diferentes funcionarios, con el de Hacienda, Ministerio de Economía, con el Ministerio de Trabajo, con Bandesal, Secretaría Privada del Presidente, con diversos funcionarios según el tema.
¿Cuántas reuniones tuvieron?
Tres semanas, había reuniones que empezaban a las 2 de la tarde y acababan a las 11 de la noche. A veces había reuniones en la mañana, se suspendían y nos reuníamos en la tarde, no sé cuántas, pero fue un periodo intenso de reuniones, negociaciones, investigaciones, análisis, porque nosotros investigábamos qué se estaba haciendo en otros lados, qué se podía hacer, consultábamos con organismos multilaterales como el BID y otros bancos internacionales, tuvimos reuniones con ellos, recibimos a empresas, hemos estado recibiendo todo tipo de recomendaciones, de quejas, inquietudes, preocupaciones de muchos sectores y empresas, y hemos estado tratando de resolver lo mejor posible dentro de lo posible y la realidad que vivimos. Repito: esto no resuelve todo para todos, ni es una fórmula mágica que al abrir va a parecer como que no ha pasado nada. Aquí es para paliar en la medida de lo posible el enorme impacto que esta pandemia está teniendo en toda la sociedad en el campo de salud y en el campo económico.
¿Es decir, este plan económico no es para sentarse un mes?
Los $140 millones del bono solidario, ¿cuánto tiempo va a durar?, depende de cuánta gente aplique y cuántos meses dure. Tenemos calculado que esto va a servir para más o menos 300,000 personas durante dos quincenas, tal vez, si un menor grupo aplique tal vez sirva para tres quincenas. Ahora. si empezamos a trabajar y empezamos a abrir, menos gente lo va a necesitar y vamos a poder atender a más gente. Pero todo eso está basado en los limitados recursos que no tenemos, porque hay que irlos a buscar. Ahora, toda esta propuesta para a la Asamblea para su aprobación. Si la Asamblea no aprueba nada, no se va a poder ejecutar.
¿La Asamblea tiene que aprobarlo rápidamente?
Rápidamente, especialmente se le debe dar prioridad el día de hoy (viernes) a la parte fiscal porque el vencimiento es el próximo 29 de abril. Urge que este día se apruebe la parte fiscal aunque se queden discutiendo las otras cosas. Entre más rápido que esto pase más rápido esto pase más rápido podremos tener la posibilidad de ir a buscar los recursos y empezar a poner estos recursos en uso.
¿Cómo calificaría la relación con el Gobierno después de esta reunión?
Ha mejorado, estamos en un periodo mejor, estaba fría y tensa, distante y tensa, por todos los tuits y calificativos que se habían dado públicamente pero creo que eso es secundario, hay que apartarlo, no hay que concentrarse en eso, ya pasó, ahora, empecemos a ver cómo resolvemos y enfrentamos juntos, solo juntos lo vamos a poder hacer, el Gobierno solo no va a poder, nosotros necesitamos del Gobierno, de su comprensión y su liderazgo para que estas cosas sucedan, cuando hablamos del Gobierno no solo estamos hablando del Ejecutivo sino del Legislativo y hasta del Judicial y del mismo fiscal, tenemos que trabajar juntos para que esta crisis se maneje de la mejor manera posible con el menor impacto negativo posible.
¿Es necesaria la reactivación económica rápida?
Esto es un paliativo, la solución permanente pasa y empieza desde el momento en que podamos volver a trabajar aunque sea de manera controlada y parcial. Es un paliativo temporal, es una ayuda, es una muleta para apoyarnos mientras podamos caminar pero la solución es caminar por nuestros propios medios. Por eso insistimos en que no debe verse, o la salud o la economía, van de la mano, como las dos piernas. Si no atendemos las dos, vamos a quedar lisiados, bien afectados.
¿Qué salida le da a una crisis fiscal que pueda tener el Estado este año?
La crisis fiscal ya la tenemos. La mejor manera de enfrentarla es que empecemos a trabajar y a producir porque ahorita todas estas medidas paliativas le ponen más presión fiscal al Estado porque endeudarse le pone más obligaciones que el Estado de alguna manera va a tener que pagar. Aquí se vienen otros problemas como la disminución de las remesas, los ingresos del Estado se están cayendo porque no estamos vendiendo, produciendo, importando, los ingresos de los impuestos del petróleo para el Estado van a caer. Por lo tanto, si queremos que esta situación no se continúe agravando, porque ya está grave, la solución es que empecemos a trabajar lo más pronto posible, siempre considerando las medidas de salud y seguridad. Esa es la única solución de fondo para empezar a recuperarnos de la crisis.