Lya Mendoza encargada de revisar la escritura en braille de los sobre tiflológicos. / Yelter Herrera


Más de cinco millones de personas están habilitadas para votar este domingo, y en el marco de esta elección presidencial, la Asociación de Ciegos de El Salvador trabaja para garantizar “el voto libre y directo” de las personas con discapacidad visual.


Desde diciembre pasado la asociación comenzó a elaborar los sobres “tiflológicos”, una herramienta en sistema braille, que sirve como guía para que las personas ciegas puedan decidir por quién votar en las urnas.

Alejandro López, encargado de la impresión de los sobres tiflológicos, reconoce que esta actividad que les permite ser incluidos en el proceso cívico, es también una fuente de ingresos para alrededor de 15 personas con discapacidad visual que se encargan de la elaboración, impresión, revisión y embalaje de los sobres para las 9,568 Juntas Receptoras Votos (JRV) que ya cuentan con este recurso para la jornada de este domingo.

Desde el 2001 la Asociación de Ciegos de El Salvador trabaja en este esfuerzo concursando en las diferentes licitaciones que realiza el Tribunal Supremo Electoral (TSE), para garantizar que los votantes no videntes, reciban una boleta con impresión en braille en la “que los puntos estén firmes y sobre todo que responda al estándar de calidad que el TSE requiere”, y que el ciudadano necesita, asegura López.

 



Sobre tiflológico que será utilizado en las elecciones del 3 de febrero. / Y.H.


 

Julio Canizales, director de la Casa de la Cultura del Ciego, explica que la elaboración de los sobres es un trabajo en conjunto con el TSE, y que “a partir de la papeleta impresa tomamos las distancias que existen entre los bordes de cada papeleta hacia las banderas políticas, medimos cuidadosamente el espacio que tenemos disponible para marcar en Braille y hacemos la diagramación a dónde debe caer la impresión braille para que sea legible”.


Entre 500 y 600 sobre fueron impresos al día en jornadas de trabajo doble, según indicó Alejandro López, quien también se encarga de darle mantenimiento al equipo con el que se realiza la impresión braille.

Por ahora el proceso se ejecuta con tiempos prolongados debido a que la asociación solo cuenta con una máquina de impresión braille en óptimas condiciones, ya que no poseen los fondos para comprar más equipo cuyo costo ronda los $5,000.

“Tenemos una impresora que no la hemos podido reparar por el tema de que el repuesto no lo tenemos y vale $200, más el envío y los impuestos incrementa bastante el costo”, asegura López.

 



Juan Avilés encargado de embalar los sobres para enviarlos al TSE. Participa por segunda ocasión en este proceso. / Y.H.


 

Sobres tiflológicos, herramienta de inclusión

 

Y es que el presupuesto asignado por parte del TSE ha sido un obstáculo en los últimos años para garantizar que personas ciegas puedan votar.

En la elección de 2018 solamente se imprimió un sobre tiflológico por cada tres Juntas Receptoras de Votos (JRV), lo que hizo lento el proceso de votación y dificultó que ciudadanos como Julio Canizales pudiera participar en las pasadas elecciones legislativas y municipales.

“Un sobre por cada tres JRV no es suficiente porque en todo lo que buscan el sobre perdemos mucho tiempo”. “En mí caso tardamos más de una hora y media en realizar un acto que debería durar 10 minutos”, recuerda Canizales

Para Alejandro López y su comunidad de no videntes es importante ahora y en el futuro “siempre haya un presupuesto para las personas con discapacidad, para que tengan la facilidad de poder realizar su voto libremente” y se garantice su inclusión en todas las decisiones de país.

López también recomienda que en nuevos procesos electorales se capacite a las JRV para que sepan cómo procedieron las personas con discapacidad “sea sorda, ciega o con motricidad reducida”.

“La gente prefiere ignorar la necesidad y ser pésimo con las personas con discapacidad antes de darle una atención humana”, asegura.

Una atención que no solo demandan de las autoridades, sino también de los futuros gobernantes, a quienes Julio Canizales les recuerda que “es importante que el Estado entienda que somos ciudadanos de igual categoría de todos los demás, que tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones. Que queremos que se nos atienda en nuestra educación, empleo, en nuestra cultura y eso lo vamos a lograr si somos capaces de decirles, a la persona que llevemos a la presidencia, yo voté por vos y merezco que atendás mis necesidades”.

Por ahora celebran que exista un sobre tiflológico por cada JRV, fruto de una gestión constante de la Asociación de Ciegos de El Salvador y la Casa de la Cultura del Ciego, que verá una mayor participación tras los comicios del 3 de febrero, pero que esperan seguir trabajando para ampliar la cobertura de este esfuerzo para su comunidad.

“El TSE tiene una deuda de tener directamente adentro de sus instalaciones personas con discapacidad en general y con discapacidad visual para que, no desde cuatro meses antes de cada elección, sino desde siempre puedan estar capacitando a todo su personal a las JRV, las JED, porque muchas veces no entendemos cuál es la importancia de contar con una rampa, de contar con un intérprete de señas, y la importancia de contar con un sobre tiflológico” en una jornada cívica como la de este domingo.