El Tribunal Supremo Electoral (TSE) tiene un gran problema para desarrollar las capacitaciones de las personas responsables de contar los votos en las elecciones municipales y legislativas de 2018: capacitará un grupo 50 veces más grande que en 2015 y no tiene financiamiento propio para más de la mitad del trabajo.

En las elecciones de 2015, el TSE solo capacitó a 1,860 facilitadores y coordinadores de partidos políticos quienes se encargaron completamente de la capacitación de los miembros de los Organismo Electorales Temporales (OET), incluidos las Juntas Receptoras de Votos (JRV), las cuales deben contar votos y marcas, y registrarlos fidedignamente en actas electorales.

“Una capacitación como la habíamos planificado difícilmente la vamos a tener. Tenemos que enfocarnos en lo principal, escrutinio y llenado de actas; estábamos planificando una capacitación que buscaba una profesionalización del miembro de JRV, no creo que una capacitación de cuatro horas cumpla con ese objetivo”, dijo.

En las elecciones del 4 de marzo de 2018, es el TSE la instancia que debe capacitar a todos los miembros de la OET: primero a 661 facilitadores y luego a 94,970 miembros de las JRV, un grupo 50 veces mayor que el capacitado en los comicios pasados.

Para el TSE, esto no solo implica más tiempo, sino la contratación de 661 facilitadores adicionales y gasto en refrigerios y transporte. El gasto se multiplica porque si en 2015 se realizaron 14 capacitaciones a los facilitadores en 16 horas lectivas, esta vez harán 11,875 capacitaciones de cuatro horas. Si en 2015 se emplearon seis vehículos en fines de semana, según el TSE el proceso exige tener 22 vehículos a tiempo completo que dicen no tener disponibles.

Los números, calculados por el magistrado Fernando Argüello Téllez, hacen que el TSE esté solicitando apoyo a instituciones como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que el Ministerio de Educación les preste 437 centros educativos.

“Dábamos refrigerio, material de apoyo, trabajábamos en un mes. Después del recorte, nos quedamos sin refrigerio, tampoco hay cobertura para los kits o paquetes electorales, tenemos que ver de dónde sacamos. Vamos a tener que trabajar con capacitación a distancia y sí vamos a tener algunas capacitaciones en lugares físicos”, resumió el magistrado.

Por ahora, dice, no tienen fondos para desarrollar tres de cinco jornadas de las capacitaciones a los miembros de las JRV que deben iniciar entre noviembre y diciembre de 2017; y para ello coordinan apoyo del PNUD. Las otras dos jornadas que sí están financiadas están planificadas para desarrollarse entre enero y febrero de 2017.

Sin embargo, según el magistrado Argüello Téllez, deberán considerar pedir apoyo a los mismos partidos políticos, los cuales perdieron la facultad de integrar las JRV a raíz de una sentencia de la Sala de lo Constitucional que ordenó que la integración de las JRV se independizara de los institutos políticos. La Sala también ordena profesionalizar a los organismos electorales.

“Es la única opción. Yo esperaría que (la participación de los partidos políticos en la movilización o trabajo de las JRV) fuera coordinadamente con el Tribunal, procurar que no haya colores para tratar de evitar esa visión partidaria, idealmente hubiéramos tenido que cubrirlo todo, la realidad no lo permite; sí nos vamos a tener que apoyar en los partidos”, dijo.

El presupuesto para las capacitaciones en 2018 aumentó de $2 millones a $2.4 millones. El TSE había solicitado $5.1 millones. Aunque los fondos asignados para las capacitaciones aumentan, el presupuesto por persona capacitada cae en 79 %.

 

 

Capacitación

El TSE prevé que no tendrán una capacitación para especializar a ciudadanos no partidarios en el proceso electoral. Se concentrarán en: escrutinio y

llenado de actas.

 

Transmisión

El TSE aún no sabe cómo será la transmisión de resultados preliminares, evalúan si usar una herramienta tecnológica de apoyo para el conteo de

votos en las JRV.

 

Comunicación

El TSE tampoco tiene suficientes recursos para hacer campañas de divulgación, tanto para los jóvenes como para educar a los electores sobre las formas de votación.