El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, negó este miércoles que el país se encuentre en un "declive totalitario", y atribuyó en cambio esa visión al "liderazgo fuerte" que ejerce el presidente, Nayib Bukele.
No hay ningún asomo de que en el país haya un declive totalitario o que el país se esté moviendo hacia una dictadura, como dicen rumores por la forma del presidente Bukele de hacer las cosas". dijo Ulloa en declaraciones a la AFP en Bruselas.
Se trata, añadió el funcionario, de "un liderazgo fuerte, pero enmarcado dentro de la ley y la Constitución".
Bukele, de 40 años, goza de elevada popularidad en su país, aunque su estilo de gobierno ha motivado diversas protestas, como la que ocurrió el domingo en la capital, San Salvador.
En septiembre, el propio mandatario llegó a autodenominarse "Dictador" en su biografía de Twitter, como una forma de burlarse de sus adversarios.
Ulloa realiza una gira por capitales europeas y mantuvo una reunión con el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, al margen de una sesión del Parlamento Europeo.
En esa reunión, dijo Ulloa, buscó explicar a Borrell "lo que está sucediendo en El Salvador" y además solicitó el apoyo de la UE para resolver la acefalía en el Sistema de Integración Centroamericano (SICA), que se arrastra desde hace varios meses.
Queremos que la UE nos apoye en el proceso de integración centroamericana, utilizando las lecciones aprendidas en Europa". expresó.
La secretaría general del SICA es rotativa por períodos de cuatro años, con un titular escogido por consenso de los mandatarios, pero en su última reunión Nicaragua no logró los apoyos regionales para escoger al nuevo responsable.
Ulloa también pidió a Borrell empeño de las instituciones europeas para que "se consume" la asociación entre la UE y el bloque centroamericano.
La UE alcanzó en 2012 un acuerdo de asociación en comercio, diálogo político y cooperación con Centroamérica (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá), aunque no entró plenamente en vigor.
El vicepresidente salvadoreño también presentó en sus contactos en Bruselas el controvertido proyecto impulsado por el gobierno de utilizar una criptomoneda, el bitcoin, como moneda de curso legal en el país.
Las remesas que envían salvadoreños desde el exterior representan más del 20% del PIB nacional y generan anualmente unos 400 millones de dólares en comisiones a los operadores de las transferencias.