El director ejecutivo de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), José Ángel Quirós, advirtió ayer que “la inseguridad puede influir en los resultados de la elección”.

Fusades desarrolló la tercera jornada de estudios electorales “El rol y las nuevas tendencias de la observación electoral internacional”, en el cual el expositor que tuvo a cargo el tema de violencia, Patricio Gajardo, recordó cómo antes las elecciones eran una “fiesta” y ahora “eso se está perdiendo”, sobre todo en la franja desde México, Triángulo del Norte, El Salvador, Guatemala, Honduras.

“Estamos viendo los casos de México, Guatemala, El Salvador, Honduras, donde la narcopolítica está sucediendo, está controlando este tipo de procesos, es riesgoso. Están dando el espacio a estos grupos de crimen organizado, a tener el control”, afirmó.

Aseguró que por eso “peligra la integridad física de los observadores”, las misiones de observación electoral están obligadas a garantizar la seguridad de sus miembros y a constatar que las autoridades locales estén comprometidas a facilitar el ejercicio del voto a todos los ciudadanos.

Contó que en México los candidatos “a nivel de municipios los compran básicamente”, refiriéndose al financiamiento del crimen organizado hacia los partidos políticos.

Gajardo, director residente del Instituto Republicano Internacional (IRI) en México, dijo que la violencia es una de las causas de la baja en la participación electoral. “Estamos no invitando a esta fiesta electoral, sino alejando a la población de participar en estos procesos”, afirmó.

Los expositores mencionaron como desafíos en la observación electoral la inseguridad y la intimidación electoral, el financiamiento del crimen organizado a los partidos, la tecnología electoral, la equidad, las redes sociales y el necesario seguimiento a las recomendaciones de la observación internacional.

 

 

Si no hay consenso en tecnología se perderá confianza

 

 

José Thompson, director del Centro de Asesoría y Promoción Electoral (Capel) y director ejecutivo del Instituto Iberoamericano de Derechos Humanos (IIDH), advirtió ayer que en un país si no hay un consenso sobre la tecnología que se usa en las elecciones, abre la puerta a la desconfianza.

“Si no se logra un consenso político, esta tecnología puede estar en cuestión y en lugar de generar confianza puede dañar el proceso”, dijo.

Thompson participó también en la tercera jornada de estudios electorales, desarrollada por el Departamento de Estudios Políticos (DEP) de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).