Esta resolución pone fin a una investigación realizada por la Comisión, siguiendo la denuncia interpuesta por Sonos, por la que acusaba a Google de emplear sin permiso algunas de sus innovaciones en los sistemas de sonido, como altavoces inteligentes u ordenadores portátiles.
Google tiene un plazo de 60 días -los que concede el periodo presidencial que cita el texto- para realizar los cambios de software necesarios previamente aprobados que le permitan librarse del bloqueo a sus fabricados fuera de Estados Unidos e importados para su venta en el país americano -para evitar que sus productos queden retenidos en la aduana-.
Google asegura que esta orden no tendrá impacto en sus equipos, como ha recogido Bloomberg, aunque puede sortear esta situación resolviendo la demanda con el pago de las regalías correspondientes a Sonos.
El litigio entre ambas compañías comenzó en enero de 2020, cuando Sonos presentó una demanda en Estados Unidos contra Google por infracción de sus patentes, al mismo tiempo que instó a la ITC a que suspendiera, de forma cautelar, las importaciones de altavoces inteligentes de Google.
Sonos aseguró entonces que Google se hizo de forma inadecuada con su tecnología después de que, en 2013, firmaran un acuerdo de colaboración para que Google Play Music pudiera funcionar en los altavoces del fabricante estadounidense.