Abren el Museo Palestino de El Salvador: Símbolo de resistencia
Jueves 28, Noviembre 2024 - 11:10 AM
El espacio cultural ofrece una exhibición permanente sobre la historia del pueblo palestina y de su llegada al país.
El Museo Palestino de El Salvador fue inaugurado el pasado 16 de noviembre con una exhibición permanente de su historia, cultura y tradiciones, y con la misión de promover el encuentro de los descendientes palestinos en El Salvador con sus origenes, así como de impulsar el diálogo entre sus generaciones.
El museo está ubicado en el Club Árabe Salvadoreño con un horario de 9:30 a.m. a 3:00 p.m., de martes a sábado y los domingos de 8:00 a.m. a 12:00 m.d. La entrada es gratuita, pero se debe confirmar la visita con anticipación al teléfono 6200-2222, para que los visitantes no afiliados al club puedan ingresar sin ningún inconveniente.
Lee además: "El colombiano David Zahan te sorprenderá en diciembre con tributo a Frankie Ruiz".
En 2009, la Asociación Salvadoreña Palestina (ASP), presidida por el señor Simán Kury, vio la necesidad de transmitir la cultura y las costumbres palestinas: "Empezamos a pensar que en este país debe de estar viva para siempre la cultura palestina. Empezamos con cosas más sencillas como la revista Usul, charlas o fiestas gastronómicas culturales y reviviendo el calendario de las fechas importantes”, recordó.
En 2016, la junta directiva del Club Árabe aprobó la creación de un espacio para albergar el museo dentro de sus instalaciones. Este es el primer museo palestino en América Latina. "Existen pocos museos palestinos en el mundo, pero en El Salvador, un país tan pequeño, tan lejano a Belén, tiene varias cosas que identifican a un pueblo y a un origen vivo”, resaltó Kury.
Sin embargo, los desafíos, como la falta de recursos y las dificultades de trasladar las piezas desde Palestina hasta El Salvador, retrasaron el proyecto. Las piezas de la exhibición fueron trasladadas en avión desde Belén hacia Miami, para finalmente llegar a El Salvador.
"No ha sido fácil, varios miraban como un desafío difícil traer los objetos; no tenemos fondos porque somos una asociación sin fines de lucro, pero vimos la necesidad real y viva en la comunidad palestina y pensamos a nivel global”, indicó la directora de eventos culturales de ASP, Rawan Ijha de Miguel.
Los miembros de la ASP entendieron que había, de manera general, ignorancia y poco interés de buscar información sobre las raíces del pueblo palestino, debido a lo que consideran una manipulación de los medios sociales respecto a lo que vive el pueblo palestino.
Asimismo, antes de consolidar el proyecto se tomó información de expertos, entre arquitectos, historiadores, educadores y otros profesionales que han realizado recorridos museográficos en varios países para obtener orientación.
Esta pieza del artista Bishara Zonghbi fue elaborada entre 1963 y 1965 en Belén, a pedido de un ciudadano palestino que emigró a El Salvador. Es importante dentro de la exhibición porque representa la fusión de dos culturas: la salvadoreña y la palestina; destacando tanto los valores patrios como los religiosos.
Esta muestra también cuenta con piezas que hablan de la vida cotidiana, como el modelo de una sala árabe-palestina, que incluye una alfombra beduina, con más de 70 años de antigüedad; la representación de un patriarca, jefe de la tribu palestina, quien siempre tiene su espacio abierto para escuchar las necesidades de su pueblo; además de un juego de mesa tallado en madera llamado "Shesh Besh” y utensilios en cobre como jarrones y café, simbolizando la generosidad del pueblo palestino.
También se cuenta la historia de los ocho barrios de Belén. "La idea es que cada persona que venga, ya sea que tenga ascendencia o que conozca a una persona que la tenga, pueda identificar de qué barrio desciende”, sostiene Salman.
Asimismo, el Centro Cultural Maha Saca en Belén contribuyó con los diferentes estilos de vestuario palestino exhibidos en el museo, destacando los colores y bordados que identifican a cada región, como los finos bordados de la línea de uva, típicos de Hebrón o los impresionantes bordados con figuras de árbol de pino y ciprés, así como el pájaro, símbolo de la resistencia palestina, en los vestuarios representativos de Ramala, capital administrativa del Estado de Palestina.
Además, el vestuario también simboliza algo muy importante, según explica De Miguel: "Une a la comunidad de las mujeres palestinas, para bordar a mano una tela tan especial como la seda”.
La mayor parte de los objetos dentro de la exhibición son de las ciudades de Beit-Jala, Hebrón y por supuesto, Belén. Asimismo, se realizaron visitas a países como Turquía, Libano y Jordania, donde hay presencia de importantes poblaciones palestinas refugiadas, sobrevivientes de Al-Nakba (término árabe utilizado para designar al éxodo palestino de 1948) y en donde conocedores y especialistas donaron objetos para el museo.