Analistas creen que Rubio presionará a Cuba, Nicaragua y Venezuela y estará cercano a El Salvador y Argentina
Martes 19, Noviembre 2024 - 5:40 AM
Marco Rubio fue figura clave en la aplicación de 243 medidas para reforzar el embargo estadounidense durante el primer mandato de Trump (2017-2021), que incluyeron su reincorporación a la lista de patrocinadores del terrorismo y que asfixian a Cuba.
Con Marco Rubio como primer secretario de Estado hispano, América Latina estará bajo la lupa del próximo gobierno estadounidense, estiman analistas que auguran máxima presión hacia Cuba, Venezuela y Nicaragua, así como cercanía con las "nuevas derechas" de Argentina y El Salvador.
Si bien expertos estiman que enfrentar la competencia con China y las guerras en Ucrania y Medio Oriente centrarán la agenda de Donald Trump y su próximo jefe de la diplomacia, por su origen y trayectoria creen que Rubio prestará más atención a América Latina que sus antecesores.
Senador durante tres mandatos, Rubio, de 53 años, nació en Florida, donde construyó su carrera política apoyado por las diásporas anticastrista y venezolana.
Habla español con fluidez y conoce a fondo la dinámica del poder en Cuba, la isla donde nacieron sus padres, quienes emigraron tres años antes de la llegada de Fidel Castro al poder en 1959.
Fue muy influyente en la política hacia la región en el primer mandato de Trump, y ha calificado de "débil" la política del presidente saliente Joe Biden hacia América Latina.
Al anunciar su nombramiento, Trump lo describió como "un guerrero intrépido que nunca retrocederá" ante los adversarios de Estados Unidos y una "voz muy poderosa para la libertad".
El gobierno cubano no ha reaccionado oficialmente, pero en las calles de La Habana, la noticia ha generado inquietud.
"Nos preocupa un poco porque Marco Rubio siempre ha estado en contra de nosotros, nos ha llevado a millón", sin dar respiro, dijo a AFP Iván Jardines, un músico de 59 años, quien lo culpa del endurecimiento del embargo de Washington contra la isla.
Arturo López-Levy, investigador cubano del instituto de estudios regionales comparados de la Universidad de Denver (Estados Unidos), considera que la nominación de Rubio es "la tormenta perfecta" para una Cuba sumida en su peor crisis económica en tres décadas con escasez de alimentos, medicinas y combustible, además de crónicos apagones.
- Apertura "democrática" -
Rubio fue figura clave en la aplicación de 243 medidas para reforzar el embargo estadounidense durante el primer mandato de Trump (2017-2021), que incluyeron su reincorporación a la lista de patrocinadores del terrorismo y que asfixian a Cuba.
López-Levy supone que el gobierno cubano responderá con "sobriedad" porque tiene "mucha experiencia lidiando con este tipo de políticas".
Cree asimismo que La Habana utilizará "la amenaza y la retórica y el discurso extremista de esta gente para cerrar clavija y hacerle la vida más difícil a la disidencia interna".
Cientos de manifestantes permanecen encarcelados en Cuba por las históricas marchas del 11 de julio de 2021 y sus réplicas, y constantemente la policía llama a ciudadanos a interrogatorios por expresarse en redes sociales o salir a protestar.
La política de mano dura que pregona Rubio también apunta a una Venezuela gobernada por Nicolás Maduro y a Nicaragua con Daniel Ortega al frente.
"Serán presionados por Washington en línea de producir algún cambio de régimen", pronostica Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayoría en Buenos Aires, que incluye en este grupo a Bolivia.
La oposición venezolana, liderada por María Corina Machado y Edmundo González, se apresuró a felicitar a Trump un día después de su triunfo y prometió ser una aliada "confiable" en caso de conseguir desplazar del poder a Maduro.
"Nunca como hoy hay una oportunidad para avanzar hacia la democratización de América Latina", dijo Machado en una entrevista con la AFP.