Foto: Cortesía Cádiz Directo
El salvadoreño Marcelo Revelo llegó el mes pasado a la ciudad de Cádiz en España, tras recorrer 33.000 kilómetros con su bicicleta acompañado de una camisa del equipo en el que Jorge "El Mágico" González vivió sus mejores tiempos.El diario digital Cádiz Directo entrevistó a Marcelo, quien narró que emprendió esta travesía en el año 2013 con el sueño de recorrer cada continente y acabar con la ignorancia y los prejuicios.Marcelo narró al diario que antes de salir de El Salvador, visitó al "Mágico" en su casa y le contó sobre su viaje y deseo de visitar la ciudad de Cádiz. Marcelo recordó que Jorge se emocionó y le dio un consejo "Si llegas en febrero, quédate todo el mes”.
Marcelo Revelo con el alcalde de Cádiz / Ayuntamiento de Cádiz
El joven viajero habló sobre el amor que se le tiene al "Mágico" en El Salvador, él lo atribuye a la humildad y sencillez de ex futbolista."En mi país cambiaron el nombre del Estadio Nacional. De llamarse Flor Blanca pasó a Jorge Mágico González. Los periodistas le preguntaron al Mago qué le parecía ese cambio. Él sólo respondió que le gustaba más el nombre anterior. Luego se marchó”, comentó.Antes de partir de la casa del "Mágico", Jorge puso su firma y una dedicatoria a la camiseta del Cádiz de Marcelo, con la cual ha recorrido Argentina, Brasil, Egipto, Israel, Turquía, Grecia, Rumanía, Bulgaria, Los Balcanes, Francia y el mes pasado por fin llegó a España."Ahora lo entiendo todo. Tras 10 días aquí cada vez le encuentro más parecido a esto con El Salvador. Las personas son especiales y distintas”, declaró a Cádiz Directo.Revelo dice que sobrevive de la venta de fotografías que ha capturado a lo largo de sus viajes."Las fotos considero que no son buenas, pero me las compran por colaborar con mi propósito. En Europa me ha resultado muy fácil sobrevivir. Los supermercados tiran a la basura enormes cantidades de basura en buen estado. Así que me he dado auténticos banquetes”, recuerda.Aseguró que continuará recorriendo con su bicicleta otros lugares del mundo."Espero que no me pille el invierno”, bromeó.