Economista critica falta de debate ciudadano sobre nueva deuda de 2022

El economista sénior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Ricardo Castaneda, cree que la Asamblea Legislativa autorizó la emisión de $436 millones de deuda para terminar el año 2022 sin un debate político y ciudadano suficiente. La iniciativa fue presentada a las 10:05 a.m. y aprobada a las 6:06 p.m. del martes 15. "Si uno compara el presupuesto aprobado respecto al presupuesto modificado, prácticamente el presupuesto se ha aumentado en más de $1,000 millones”, observa. Castaneda ve desorden financiero y una mala planificación fiscal, porque en la misma sesión plenaria el gobierno reveló que tenía $67 millones de excedentes tributarios que distribuyó entre instituciones. "Si usted tiene excedente en la recaudación, no tendría por qué estar solicitando ese monto adicional de la deuda”, plantea. Además, advierte que si la deuda se coloca en el mercado interno "le pondría más presiones al sistema financiero local e incluso puede provocar aumentos en las tasas de interés”. "Todos estos elementos deberían estar en el debate”, reflexiona. El economista dice que no esperaba que el gobierno solicitara deuda para cerrar el año, ya que en diciembre de 2021 había autorizado títulos para cubrir la brecha prevista. Castaneda sostiene que este tipo de acciones "sobre todo cuando se está cerrando el año” da una imagen de "desorden y de problemas de financiamiento para cerrar el año”, ya que no se hizo en septiembre u octubre. Con la autorización adicional a Hacienda para que emita $436 millones, dice, se estaría aceptando que la brecha entre ingresos y gastos se ha ampliado y que, para cerrar el año, se necesita más deuda porque los ingresos no están alcanzando. El especialista fiscal cree los diputados tuvieron que haber cuestionado en la Comisión de Hacienda con quién adquirirá esta deuda y por qué se ha seleccionado ese acreedor. Explica que no es lo mismo aprobar un crédito con el Banco Mundial que emitir títulos o bonos, cuyo interés es más caro y "a los inversionistas (de bonos) no les interesa en qué va a gastarse el dinero”.