El café salvadoreño que llegó hasta los ingenieros de la NASA

Miércoles 25, Diciembre 2024 - 4:45 AM
Don Fidel López Eguizábal es propietario de la finca San José, donde se cultiva café y espera que se convierta en un polo turístico. Fotos: Lisbeth Ayala

Conoce el viaje a través del arte de la caficultura en la finca San José, ubicada entre Ataco y Tacuba, en Ahuachapán.

En el pintoresco cantón San José, entre los municipios de Concepción de Ataco y Tacuba, en el departamento de Ahuachapán, se encuentra la finca San José, un lugar lleno de historia y resiliencia, propiedad de don Fidel López Eguizábal, un caficultor que ha dedicado la mayor parte de su vida al cultivo del café. La familia de don Fidel siempre tuvo cafetales divididos entre Ataco, Tacuba y el pueblo de Santa Catarina Masahuat. Sin embargo, la madre del caficultor, doña Clementina Eguizábal de López, una figura reconocida en Tacuba, hizo el sacrificio de vender algunos de esos terrenos para que su descendencia pudiera estudiar. Lee también: "Las ruinas de la iglesia colonial de Tacuba: Un tesoro histórico en Ahuachapán". El caficultor heredó la finca San José a los 25 años, tras la muerte de su madre en 1994. "Mi madre tenía cuatro fincas, yo me quedé con dos”, afirma don Fidel. Criado entre cafetales, siempre pasaba las navidades en la finca con su progenitora.
El Salvador: el país centroamericano más fuerte en concursos de belleza en 2024". Además, en Tacuba, las mujeres de la zona producen un abono orgánico llamado "Bocachi”, hecho con cascajos, que es fundamental para la fertilización de los cafetales. Esto ayuda en cierta manera a adquirir fertilizantes a mejor precio, generando aprendizaje y fuentes de empleo a las mujeres campesinas de la zona. Una anécdota interesante es sobre la introducción del café en El Salvador. Aunque se dice que el capitán general Gerardo Barrios introdujo el café, en realidad, él extendió su cultivo a todo el país. Esta expansión convirtió al café en el principal producto de exportación de El Salvador, llegando a ser uno de los mayores productores de café a nivel mundial. Don Fidel combina su vida de caficultor con la vida universitaria: "ya tengo 22 años de ser docente de la Universidad Francisco Gavidia, a tiempo completo en el área de comunicación”. Y aunque menciona que desde que vive en la capital va poco a la finca, siempre mantiene contacto con don Erasmo para saber las necesidades de su terreno.
Ingenieros de la NASA degustaron el delicioso café producido en finca San José. Fotografía cortesía
La marca de café producido en la finca, conocido como "Atacuba”, ha ganado reconocimiento internacional, incluso siendo degustado por ingenieros de la NASA: "Una amiga de mi esposa trabaja en la NASA y se llevó unas bolsas para allá. A los ingenieros les gustó”, narra un orgulloso don Fidel. La idea de comercializar un café producido en la finca fue una propuesta familiar, especialmente de sus hijas Clementina, Maite y Valeria, quien diseñó el logo de la marca. Sin embargo, tuvo ciertos retrasos porque dos marcas no deben tener un nombre igual, además de incorporar los metros sobre el nivel del mar (MSNM) en los que se siembra el café. La finca, situada a una altura de 900 a 1000 metros sobre el nivel del mar, produce café de alta calidad, clasificado como SHG (Strictly High Grown). Don Fidel también sueña con construir cabañas de madera y espacios turísticos en su finca, ofreciendo a los visitantes una experiencia única e inmersiva en el arte de la caficultura, según menciona: "El objetivo es que los turistas conozcan el proceso del café desde el principio, hasta degustar una taza de café, que conozcan los métodos así como los instrumentos que se usan como la prensa francesa”.