El sur de Beirut, antes rebosante de vida, está destruido por las bombas
Lunes 21, Octubre 2024 - 11:31 AM
En la capital reina la desconfianza, los bombardeos israelíes que comenzaron el 23 de septiembre se convirtieron en una guerra abierta con Hezbolá.
Hace un mes, las calles de la inmensa periferia del sur de Beirut estaban repletas de vida, con niños jugando en las calles y gente en los cafés y las tiendas. Pero ahora el silencio reina en este bastión de Hezbolá, donde sólo retumba el estallido de las bombas israelíes.
A pesar del olor pestilente que emana los escombros acumulados en las esquinas, grupos de jóvenes en moto vestidos de civil vigilan la zona, para asegurarse que solo acceden a ella los residentes que han venido a comprobar si sus casas siguen en pie y a recoger algunas pertenencias.
El líder del movimiento islamista chiíta, Hasán Nasralá, murió el 27 de septiembre en una ola bombardeos sin precedentes que redujeron a escombros varios edificios.
Mohamed, de 32 años y que pasó 25 viviendo en la periferia sur, vino a buscar su ropa. No puede comprar ropa nueva porque los precios se han disparado por la crisis económica que paraliza el país desde 2019.
"Los jóvenes me han dicho que no tarde mucho porque hay drones volando constantemente y pueden atacar en cualquier momento", dice a AFP, negándose a dar su apellido.
Mohamed vive con unos parientes en Beirut pero a pesar del peligro quería volver al apartamento del que huyó el 27 de septiembre, el día en que Nasralá fue asesinado.
"Nos fuimos sin ni siquiera ponernos los zapatos y pensamos que nunca volveríamos a ver nuestra casa", recuerda, igual que hicieron muchos de sus vecinos.