Inicia la segunda etapa de Trump con muchas incertidumbres

Lunes 20, Enero 2025 - 4:00 AM

La retórica incendiaria de Trump en este y muchos otros temas dominará los próximos cuatro años y en ese sentido queda tener una política exterior pragmática, aunque digna ante los Estados Unidos.  

Donald Trump asume este lunes 20 de enero un segundo periodo presidencial con rudas promesas de acabar con la migración ilegal y el inicio de arrestos y deportaciones masivos de migrantes el martes mismo, algo que ha hecho preocuparse a los salvadoreños y a todos los latinoamericanos en general. La víspera de su investidura, Trump prometió actuar "con una rapidez y fuerza históricas" para "detener la invasión de fronteras" por migrantes, impulsar la producción petrolera y bloquear las "ideologías" de izquierda. Y su zar de la frontera había dicho el sábado que mañana martes iniciarán los arrestos y deportaciones.

La retórica incendiaria de Trump en este y muchos otros temas dominará los próximos cuatro años y en ese sentido queda tener una política exterior pragmática, aunque digna ante los Estados Unidos.

Durante la primera administración de Donald Trump (2017-2021), la relación entre El Salvador y Estados Unidos estuvo marcada por tensiones discursivas, desafíos migratorios y un pragmatismo político que definió los vínculos bilaterales. En un contexto de políticas restrictivas en materia migratoria y un enfoque más transaccional de la diplomacia estadounidense, la interacción entre ambos países osciló entre momentos de distanciamiento y cooperación estratégica. Trump particularmente apoyó a El Salvador durante la pandemia con donaciones claves para aquellos momentos difíciles, sostuvo un amistoso encuentro con el presidente Bukele en 2019 y hubo un cierto alineamiento político en aquel momento. Sin embargo, Trump canceló el Estatus de Protección Temporal (TPS) para miles de salvadoreños y en algún momento se refirió con términos despectivos al país. Desde una perspectiva económica, en el primer periodo de Trump, la relación bilateral se mantuvo fuerte gracias al comercio y las remesas. Estados Unidos siguió siendo el principal socio comercial de El Salvador. Eso sigue pasando en esta nueva etapa y por eso es vital sostener los pilares de una relación históricamente fuerte. Evidentemente, se trata de una relación asimétrica que habrá que moldear según los intereses y dinámicas particulares de cada gobierno. Pero hoy, la relación política entre los dos gobernantes es más estrecha y eso puede facilitar la comunicación en problemas vitales y eventuales beneficios para El Salvador.