Armando Durán busca justicia por el secuestro del que fue víctima hace 34 años. La Ley de Amnistía le imposibilitó esa búsqueda, que comenzó en 2016. / Francisco Valle.
La jueza de menores de Usulután resolvió
exonerar al único procesado por el secuestro del salvadoreño Armando Durán, a 34 años del hecho, argumentando que el delito prescribió y que nunca fue denunciado en la época.Luego de tres días de juicio, ayer, la jueza dio su sentencia en donde dejó de lado las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República, que fueron recabadas en los últimos cinco años.
"La ley de amnistía nos calló""Esa derogatoria no implica necesariamente que se establece una camisa de fuerza para que cualquier delito venga a ser de conocimiento de los tribunales en este tiempo”, señala en relación al delito de secuestro, por el que su cliente fue procesado.
El caso
El secuestro de Armando Durán fue el primero en denunciarse en la Fiscalía General de la República, luego que la Sala de lo Constitucional derogara la ley de Amnistía en 2016, y luego de un complejo camino judicial, el caso comenzó a ser ventilado en el juzgado de menores de Usulután, donde se decretó ser un delito de lesa humanidad.En diciembre de 1986, Durán fue secuestrado por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), asociación que fue absorbida por el FMLN; según Durán, el imputado lo vigiló durante sus días de cautiverio y en el momento del secuestro tenía 17 años de edad, por ello el caso goza de reserva.Sin embargo, Durán no solo denunció a los autores materiales, sino también a la comandancia de la guerrilla salvadoreña aglutinada en el FMLN.Entre los denunciados que aún no han sido procesados están: S
chafick Hándal, Joaquín Villalobos, Francisco Jovel, Eduardo Sancho y al expresidente de la República, Salvador Sánchez Cerén.Durán permaneció 32 días en cautiverio en los campamentos guerrilleros del ERP, en Usulután y era constantemente movido de lugar, debido a los bombardeos de la Fuerza Armada.En su denuncia a la Fiscalía, Durán dijo que los guerrilleros del ERP pusieron su vida en peligro siempre, pues en lugares cercanos a él fabricaban bombas y armas para atacar a la Fuerza Armada.Durán fue liberado, luego que su familia entregara dinero, dos plantas eléctricas, dos máquinas para hacer esténcil, 15 piezas de tela verde olivo y 30 vacunas antitetánicas. El juzgado de menores aún debe entregar la sentencia por escrito y la Fiscalía General de la República deberá evaluar si apela la resolución, mientras tanto
Durán concluye que después del fallo está como al inicio del proceso: con impunidad.