“Nosotros no somos oposición”
Lunes 22, Agosto 2022 - 3:30 AM
La APES buscará acercamiento con el Gobierno, así como restablecer el convenio con el Instituto de Acceso a la Información. La presidenta de la asociación señala un deterioro de la libertad de prensa en El Salvador y una cultura del medio que abona al deterioro de la democracia.
Asu regreso como presidenta de la APES, Angélica Cárcamo advierte un deterioro en la libertad de expresión en El Salvador y señala que la APES es una gremial abierta a periodistas de todos los sectores. Ve "una cultura de miedo” en el periodismo en El Salvador pero habla de intentos de acercamiento y diálogo con el Gobierno por parte de la APES: "Necesitamos articular, nosotros no somos oposición, eso tiene que quedar en claro, ellos tienen que respetar el trabajo de las y los periodistas independientemente de la línea editorial”. Cárcamo asumirá la presidencia de la APES desde hoy hasta el 21 de agosto de 2024.
¿Cómo ha sido su regreso a la presidencia de APES?
Han pasado 12 meses desde que dejé la asociación y la situación de la libertad de expresión en El Salvador se ha deteriorado aceleradamente. Cuando asumí la APES en julio de 2019 veíamos algunas señales con preocupación, este discurso de estigmatización a la prensa, ahora que he regresado vemos cómo ya no solo el Presidente sino el Estado salvadoreño.
En el balance de agresiones a periodistas, el promedio baja, ¿por qué?
Tiene que ver con dos factores. El año anterior cerramos con 219 vulneraciones pero un buen porcentaje de estas se tomaron en la coyuntura electoral, tuvimos el evento electoral donde se montó el Centro de Monitoreo. En lo que va de este año hay elementos que causan mucha preocupación, una son las reformas mordazas al Código Penal, si bien es cierto no se ha ocupado sí hay que decir que muchos periodistas han tenido que salir del país para evitar ser sancionados por las publicaciones que han realizado. La APES lleva nueve periodistas a los que le ha brindado acompañamiento en extracciones temporales. Estas reformas han generado que en otros sectores sí se vean obligados a autocensurarse. Quien pierde es la ciudadanía.
Funcionarios dicen que no hay periodistas muertos ni encarcelados. ¿por qué no cree la APES en esas afirmaciones?
La pregunta que habría que hacer a estos funcionarios es qué entienden ellos por libertad de expresión y la otra pregunta es: ¿hay que esperar a que lleguemos al escenario de Nicaragua para que desde la prensa y las organizaciones nos preocupemos? El trabajo que está haciendo la APES es lograr identificar cómo en el resto de la región centroamericana hay un deterioro acelerado de principios tan básicos que creíamos resueltos porque El Salvador se supone es un país democrático y la democracia se mide por la libertad de expresión, pero la práctica nos ha venido diciendo que no. El centro de monitoreo de la APES lo va señalando con data, teníamos 85 vulneraciones a la prensa en 2018, la mayoría por grupos criminales, cerramos 2021 con 219 vulneraciones, más del 60 % del Ejecutivo con un presidente que mantiene una narrativa contra la prensa, tenemos los discursos de odio en las redes que ya se están convirtiendo en afectaciones a los periodistas. ¿Eso es válido en un Estado democrático?, le pregunto a los colegas que dicen que no está sucediendo nada. Tenemos en enero más de 35 personas afectadas por espionaje, más de 25 periodistas. Que me digan los funcionarios si el espionaje no puede considerarse una violación. Tenemos otro punto más grave, la autocensura. Más bien lo que se está creando es una cultura de miedo y es lo que está abonando a ese deterioro democrático y no hay garantías del Estado para poder tener mecanismos de protección efectivos. La APES hemos intentado tener diálogos con agentes del Ejecutivo, con la Secretaría de Comunicaciones, con el jefe de prensa, no hemos tenido respuesta.
¿Cómo ve el papel de los representantes periodísticos en el Instituto de Acceso a la Información Pública?
Hay que preguntarse si son representantes del gremio de periodistas. Uno venía de trabajar en el área de Catastro de San Salvador; el otro en la Siget, es uno de los magistrados impuestos en la Sala de lo Constitucional. No se conocen acciones de trabajo del IAIP, ¿cuántas conferencias de prensa ha realizado el IAIP?, ¿cuántas investigaciones sobre el índice de información han hecho de carácter público? Estos comisionados no han tomado ninguna acción con el gremio de periodistas. Una de las líneas de acción de la APES es retomar el convenio que se había firmado con el IAIP.
¿Cómo evalúa a la APES respecto a la apertura que a periodistas de medios públicos y privados?
La APES es una asociación de periodistas en su calidad individual, no se cierra a la participación de actores, más bien yo haría una invitación a los colegas a la articulación gremial. Trabajamos con protección de derechos laborales, mecanismos de un periodismo libre e independiente, los mecanismos de formación y la perspectiva de género. Tenemos el aparato de asistencia legal y de acompañamiento de seguridad. Yo invitaría a los colegas que lleguen y se afilien, y si no están afiliados la APES está para ellos. Durante el confinamiento en la pandemia, la APES sistematizó más de 800 apoyos a periodistas con kits de bioseguridad, alimentos, medicamentos, y no eran todos afiliados, porque nosotros creemos que en coyunturas adversas tenemos que unirnos y juntarnos.
A veces coincidiremos en algunos puntos de vista y a veces no, pero eso es parte de la diversidad de opiniones que también se debería respetar.
¿Cómo es la relación con el Gobierno?, ¿buscarán comunicación?
En este momento es nula. No de nuestra parte, sino desde Casa Presidencial. Entre 2019 y 2021 la APES presentó correspondencia a la Secretaría de Prensa, a la Secretaría de Comunicaciones, para reunirnos y subsanar esas restricciones a la prensa, no tuvimos confirmación para podernos reunir. La única vez que nos respondieron fue la secretaria de Comunicaciones, Sofía Medina, cuando estaba la anterior Asamblea por diferencias, los comunicadores de Capres llegaban a la Asamblea, la Asamblea no los dejaba entrar. Gestionamos una reunión. Solo llegó el jefe de prensa de la Asamblea y ella se excusó. Necesitamos articular, nosotros no somos oposición, eso tiene que quedar en claro, ellos tienen que respetar el trabajo de las y los periodistas independientemente de la línea editorial, hay que recordar que ellos no están para avalar a los funcionarios. Tienen que ser tolerantes con los periodistas y con la crítica. No deberían tener temor. Nosotros pretendemos volver a generar mecanismos de comunicación. En el caso de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos necesitamos volver a acercarnos, la PDDH también ha acompañado la Mesa de Protección a Periodistas. Con la Fiscalía también para ver cómo se aceleran los casos de denuncias con los temas de Pegasus, los colegas que han tenido hurto de equipo o agresiones para saber qué está pasando y que también la Fiscalía muestre independencia. Al menos desde la APES no nos cerramos a la búsqueda de diálogo con las instituciones. Desde ese lado no hay un interés en querer atendernos.
La propuesta de reforma constitucional incluye la colegiación obligatoria. ¿Afectará al periodismo y cómo?
Totalmente. Me extraña que el vicepresidente de la República como constitucionalista promueva la colegiación. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ya ha emitido una sentencia señala que la colegiación obligatoria vulnera el principio de las libertades de asociación y, en el caso de los periodistas, de la libertad de expresión. Uno porque no nos pueden obligar a asociarnos, es un derecho hacerlo o no. Segundo porque no todos los periodistas tienen un título académico y eso excluiría a muchos periodistas empíricos o del sector de medios comunitarios que por la distancia o lo económico. La mejora en el trabajo periodístico no se soluciona con colegiación obligatoria, se soluciona respetando la libertad de prensa y promoviendo procesos que fortalezcan el buen periodismo. De hecho este Gobierno hace todo lo contrario, hay todo un boom de los famosos youtubers, tiktokers y tuiteros que en las pasadas elecciones tuvieron acreditaciones del Tribunal Supremo Electoral (asignados) a la Radio Nacional, con eso no estoy diciendo que no tengan derecho a expresarse. Pero como asociación no vemos que la colegiación obligatoria sea algo que vaya a solucionar el tema, más bien vendría a vulnerar los derechos a la libertad de prensa de mucha gente que no tiene una titulación académica.