Durante décadas, la promesa del desarrollo en Latinoamérica se basó en la manufactura y la exportación de materias primas. Sin embargo, el siglo XXI ha cambiado ese paradigma, la riqueza de las naciones ya no depende de lo que extraen de la tierra, sino de lo que cultivan en la mente de su gente. En este contexto, la iniciativa "Certifícate" del gobierno del presidente Nayib Bukele no es de manera simpleun programa de becas; es una declaración de intenciones para insertar a El Salvador, de una vez por todas, en la economía del conocimiento. La premisa es sencilla pero muy potente: acceso ilimitado y gratuito a educación tecnológica de primer nivel. Pero el verdadero acierto de esta estrategia no es solo la gratuidad, sino el vehículo elegido para entregarla: Platzi.
Para quien no esté familiarizado con el ecosistema tech, Platzino es una plataforma de cursos online más. Es la escuela de tecnología más grande y prestigiosa del mundo hispano.Fundada por el colombiano Freddy Vega y el guatemalteco Christian Van Der Henst, Platzi ostenta el sello de aprobación de Y Combinator, la aceleradora de startups más importante de Silicon Valley, cuna de empresas como Airbnb y Dropbox. Su prestigio radica en una métrica que destroza a la competencia: mientras que en la educación online tradicional apenas el 10% de los estudiantes termina sus cursos, en Platzi esa cifra se dispara gracias a una metodología de "educación efectiva online" diseñada para crear comunidad y retener el aprendizaje.
Al otorgar acceso a esta plataforma, el gobierno no está entregando un acceso gratuito cualquiera, está entregando las llaves de un arsenal de herramientas para la empleabilidad moderna. ¿Qué podemos encontrar los salvadoreños al ingresar? Un universo de más de 1,600 cursos, 17 escuelas de formación especializadas, 155 rutas de aprendizaje, contenidos estructurados para el desarrollo de competencias actuales y de alta demanda.
El catálogo es vasto y estratégico. Un joven en Santa Ana o San Miguel puede empezar desde cero en la Escuela de Desarrollo Web, aprendiendo JavaScript o Python, lenguajes que hoy garantizan salarios competitivos y la posibilidad de trabajo remoto. Pero va más allá del código. La plataforma ofrece una robusta Academia de Inglés, vital para nuestra economía de servicios; escuelas de marketing digital, diseño de producto, criptomonedas y, crucialmente, Inteligencia Artificial.
Quizás lo más valioso de Platzi, y lo que a menudo se ignora, es su enfoque en las habilidades blandas (soft skills):liderazgo, gestión del tiempo y productividad. No solo enseñan a programar, enseñan a aprender y a trabajar en equipos de alto rendimiento.
El programa "Certifícate" elimina la barrera financiera, que suele ser el muro más alto para el talento en desarrollo. Sin embargo, la decisión es suya estimado lector, será usted quien decida aprovechar estas oportunidades. La tecnología y el acceso están servidos; la disciplina, la curiosidad y la constancia deben ser el aporte de cada salvadoreño.
Si logramos capitalizar esta oportunidad como sociedad, El Salvador dejará de ser visto únicamente por su mano de obra operativa para convertirse en un país que puede ofrecer talento digital preparado y acorde a la realidad actual y de la próxima. La educación es la única inversión con retorno infinito, y hacerlo de la mano de los líderes de la industria es, indudablemente, el camino correcto. Y usted que espera para registrarse e inscribirse en su primer curso formativo. No hay límites de ningún tipo, menos la edad. En menos de sus primeras 24 horas de lanzamiento más de 60,000 salvadoreños nos hemos registrado
*Por Ricardo Sosa, Doctor y máster en Criminología
@jricardososa