El Tribunal Supremo Electoral (TSE) descargó en los últimos seis meses de 2022 un total de 24,041 nombres de salvadoreños que estaban en el registro electoral, pero que por fallecimientos o condenas ejecutoriadas deben depurarse de acuerdo al Código Electoral.
De acuerdo al artículo 21 del Código Electoral, deben excluirse del registro los ciudadanos fallecidos, los declarados muertos presuntos por sentencia judicial y los inhabilitados por condenas entre otras causales, como promover la reelección.
Así, el TSE publicó el viernes el listado de personas excluidas y 93,965 incorporaciones de los ciudadanos que por cumplir 18 años tramitaron su Documento Único de Identidad (DUI).
Sin embargo, según la ley, ningún ciudadano puede ser excluido del padrón sin previa resolución del TSE. Además, antes, los jefes del Registro del Estado Familiar deben enviar al TSE y al Registro Nacional de las Personas Naturales (RNPN) certificación de las defunciones dentro de 30 días hábiles siguientes a cada asiento.
EL DATO: Los tribunales comunes deben remitir certificación de sentencia ejecutoriada al Tribunal Supremo Electoral dentro de los 30 días hábiles siguientes a la sentencia.
Disparidad
Ramón Villalta, representante de la Iniciativa Social para la Democracia (ISD), ve sin embargo indicios de sobrepoblación en el registro electoral porque el dato tiene una diferencia de un millón de personas respecto a la proyección poblacional de 2022. Señala una posible sobrepoblación de 1,090,000, citando que la proyección de población mayor de 18 años es 4,410,531 para 2022, según datos de la disuelta Dirección de Estadísticas y Censos, pero hay 5,502,000 salvadoreños en el registro electoral con residencia dentro del país.
Falta censo
El director de la Acción Ciudadana (AC), Eduardo Escobar, cree que no puede hacer una conclusión certera sobre la depuración o sobrepoblación del registro electoral, ya que no se tiene un censo de población actualizado. El último, sobre el cual se han realizado las proyecciones poblaciones posteriores, data de 2007.
"Solo son esos, proyecciones de población, no hay en este momento un dato real de cuánta efectivamente es la población que está acá, porque no se tienen datos actualizados”, afirmó Escobar.
El abogado aseguró que la mayor disparidad de datos en el registro electoral podría provocarse luego de la emigración de miles de personas cada año.
Desconfianza
Para César Reyes, de la Junta de Vigilancia Electoral, no pueden tener certeza que se vaya a cumplir de la mejor manera posible la depuración del registro electoral, "sobre todo con las leyes a la medida y modificaciones a nuestra legislación electoral que ha estado aprobando el oficialismo”.
La depuración se complica, según Reyes, con la conformación de un registro de electores en el exterior, ya que "no se cuenta tampoco con un registro de los pasaportes de salvadoreños aptos para votar con este documento” y, al no tener estos datos para subsanar anomalías, "nos hace pensar seriamente la posibilidad de un fraude en las próximas elecciones”.
"Lo que complica la fidelidad del registro a nivel nacional es que no se logre hacer una depuración efectiva por parte del TSE”, asevera el diputado Reyes, quien cree que la conformación de un registro en el exterior "agrava aún más la situación” porque aumenta las dudas sobre la pureza del proceso.