Un hotel de lujo construido en el interior de una inmensa cantera desafectada abrió este jueves en China. Destinado a una clientela adinerada (a partir de 430 euros la noche), su construcción representó un verdadero desafío arquitectónico.El reto principal fue evitar inundaciones en esta profunda fosa de 88 metros, que desde este jueves alberga en el este de Shanghái el Intercontinental Wonderland y sus 336 habitaciones.El hotel 5 estrellas, construido sobre uno de los lados de la cantera, incluye un parque de atracciones y costó 254 millones de euros. En el lado opuesto se contruyó una cascada.
El establecimiento de 17 pisos está ubicado a cerca de una hora de carretera del centro de Shanghái. Ofrece habitaciones de las cuales algunas tienen vistas a una cuenca de agua."Es un proyecto completamente nuevo, sin relación con lo que conocemos", explicó a la AFP Cheng Xiaoxiang, ingeniero jefe para el promotor inmobiliario Shimao Property."No teníamos referentes o experiencias de las que nos podíamos inspirar para resolver las dificuldades", agregó.Antes de que se iniciara la construcción en 2013, un río cercano se desbordó debido a las fuertes lluvias que inundaron la cantera. La mitad del pozo se llenó de agua."Si algo similar hubiera sucedido después de la finalización del trabajo, habría sido un golpe terrible", subrayó Cheng Xiaoxiang.Para evitar que esto volviera a suceder, los arquitectos tuvieron que construir una presa. Además, se instaló una estación de bombeo para regular el nivel del agua.Los diseñadores del hotel aseguran que es un proyecto ecológico ya que las canteras abandonadas suelen transformarse en vertederos.
"Era una idea totalmente única, de hacer algo especial, de volver a dar vida a un lugar abandonado", dijo Martin Jochman, un arquitecto británico involucrado en el proyecto desde su lanzamiento hace 12 años.En China se produjo un aumento de las inovaciones arquitectónicas en los últimos decenios, lo que acompañó al desarrollo económico y al crecimiento de la urbanización.Un ejemplo es la sede de la Televisión Estatal (CCTV) en Pekín o un rascacielos en el suroeste del país, equipado por un lado con una cascada artificial.