Siete ediciones después, el serbio tuvo que esperar para sumar su sexto título en las ATP Finals, el Masters. Lo hizo a lo grande, ganando sus cinco partidos. Dio una lección de cómo manejar una final superando al noruego Casper Ruud por 7-5 y 6-3 en 1h.32'.



Su título 91 en el circuito, a uno de Rafa Nadal, quinto de la temporada tras Roma, Wimbledon, Tel Aviv y Astana. Ha ganado 27 de sus últimos 29 partidos. Asciende de la octava a la quinta plaza mundial, a 2.000 puntos del nº 1 Carlos Alcaraz. Es su revancha personal por la deportación de Australia, su ausencia en Norteamérica, el US Open, al no vacunarse contra la covid.

“Nole”, 35 años, va por su cuenta. Y en la pista no le va nada mal. Se lleva el mayor premio económico en la historia del tenis con su pleno en el evento disputado en el Pala Alpitur de Turín. Un premio de 4.740.300 dólares, rozando los cinco millones.

Fiesta completa con su mujer, Jelena Djokovic Ristic, y sus pequeños Stefan y Tara, con quienes ya correteó por la hierba del All England Club cuando conquistó su vigésimo primer Grand Slam.

Una leyenda con mucha rabia dentro por todo lo que ha sucedido este curso. Y cuando está herido es mucho más peligroso. La oportunidad era buena, no dudó en su consecución.

Enfrente, un Ruud que ha mejorado mucho esta campaña pero todavía no goza del plus necesario en las grandes finales y ante rivales fieros. Cedió en Miami y US Open ante Carlos Alcaraz, contra Rafa Nadal en Roland Garros. 'Nole' enseñó galones de principio a fin.

Intocable con su saque, el balcánico tuvo paciencia. No aprovechó ninguna de las tres primeras bolas de “break”, la cuarta la hizo suya, justo cuando era punto de set. La grandeza de un crack, Djokoivc, y la debilidad de un buen jugador pero a un nivel inferior, Ruud.

Con el título, Djokovic alcanzó el récord histórico de Roger Federer con seis.