Simone Biles fue uno de los nombres propios de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. La gimnasta dejó la competición después de su participación en la prueba de salto, para posteriormente volver en barra fija, donde logró el bronce. La estadounidense alegó motivos de salud mental para no ser parte activa de la selección de su país, generando mucha polémica y debate al respecto. Ahora, en una entrevista en Time, Biles se sincera al máximo.

“Es muy difícil para las mujeres y las niñas ponerse límites. Pero si empiezas a decir 'no' o ponerte límites para las pequeñas cosas, entonces las cosas más grandes no lo parecen tanto”, explicó Simone en la revista que la consideró como una de las 100 personas más influyentes del año. “La experiencia de los Juegos Olímpicos ha sido, definitivamente, más que un desafío. Competir sin público, sin la familia, haber estado en cuarentena a causa de la COVID-19 y saber que eres la líder para las 'Supervivientes' siendo una de ellas que aún sigue en el deporte”. El término ‘Supervivientes’ hace referencia al grupo de gimnastas que denunciaron abusos por parte del médico Larry Nassar.

Biles quiso confesar cómo se siente cada vez que practica gimnasia y lo que pasa por su cabeza cuando se enfunda el maillot. “Cuando estoy en el tatami, es como si me sintiera sola. Afortunadamente siento que he hecho un gran trabajo, pero también es demasiado, es mucha carga. Pensar mucho las cosas te puede ayudar, pero también te puede herir a veces. Pienso que la mayor parte del tiempo me beneficia, pero entonces, cuando está dentro de tu cabeza, es cuando se convierte en doloroso. Y entonces empiezas a pensar demasiado sobre tus habilidades, tus rutinas, tu confianza y el equipo”.

Precisamente esas sensaciones fueron las que le hicieron llegar a su límite de salud mental en Tokio 2020. “En los Juegos Olímpicos estaba fuera de lugar y no podría sincronizar mi mente y mi cuerpo. Así que decidir no competir tras la prueba de salto fue muy duro”, comentó la gimnasta.

“Nunca había estado en las gradas durante un Mundial o unos Juegos Olímpicos. Fue muy extraño para mí porque sabía que no era capaz de hacer mis ejercicios de forma segura. Si podía hacer algo en ese momento era ser una animadora y apoyar a las chicas dentro y fuera de la competición y estar aquí para mentalizarlas de que no pasará nada”, añadió.