Cuauhtémoc Blanco es para muchos americanistas, el más grande ídolo que ha tenido la institución a lo largo de sus 106 años de historia. El hoy gobernador tuvo su primer contacto con las Águilas a los 17 años, cuando maravilló a propios y extraños con su talento.

Apenas pisó los campos de entrenamiento americanistas, el originario de Tlatilco recibió la instrucción de cambiarse para disputar un interescuadras entre la segunda y tercera división del equipo.

Fue justo en ese encuentro, cuando Cuauhtémoc dejó perplejos a todos los que se encontraban observando.

Entre los presentes estaban Panchito Hernández, uno de los mejores directivos que han tenido las Águilas y Godofredo Forzán, quienes de inmediato decidieron contratar a la nueva joya del futbol mexicano. Blanco aceptó de inmediato y todo se concretó en apenas una hora.

El Club América le ofreció una beca deportiva, la cual era correspondiente a los futbolistas de la segunda y tercera división. Los de segunda percibían 800 pesos mensuales (43.50 dólares), mientras que los de tercera 600 (32.62 dólares).

La directiva de aquel entonces, al ver las necesidades económicas que tenía Cuauhtémoc, decidieron otorgarle la beca de segunda división, aunque él iba a jugar en tercera.