Apenas pisó los campos de entrenamiento americanistas, el originario de Tlatilco recibió la instrucción de cambiarse para disputar un interescuadras entre la segunda y tercera división del equipo.
Fue justo en ese encuentro, cuando Cuauhtémoc dejó perplejos a todos los que se encontraban observando.
Entre los presentes estaban Panchito Hernández, uno de los mejores directivos que han tenido las Águilas y Godofredo Forzán, quienes de inmediato decidieron contratar a la nueva joya del futbol mexicano. Blanco aceptó de inmediato y todo se concretó en apenas una hora.
El Club América le ofreció una beca deportiva, la cual era correspondiente a los futbolistas de la segunda y tercera división. Los de segunda percibían 800 pesos mensuales (43.50 dólares), mientras que los de tercera 600 (32.62 dólares).
La directiva de aquel entonces, al ver las necesidades económicas que tenía Cuauhtémoc, decidieron otorgarle la beca de segunda división, aunque él iba a jugar en tercera.