El Club Sport Herediano se proclamó campeón del Torneo Apertura de Costa Rica tras vencer a Alajuelense con un marcador global de 3-2. Sin embargo, el esperado festejo de los rojiamarillos quedó empañado cuando se desató una batalla campal sobre el terreno de juego del estadio Alejandro Morera Soto, justo después de que el árbitro señalara el final del encuentro.

La disputa involucró a jugadores de ambos equipos y a miembros del cuerpo técnico. Keyner Brown, defensor de Herediano, fue captado peleando con un integrante del cuerpo técnico de Alajuelense, mientras Marcel Hernández, delantero cubano del “Team”, también estuvo involucrado al enfrentarse a golpes con el preparador de porteros del equipo rojinegro. La situación se salió de control, lo que obligó a la intervención policial.

Además de la trifulca, algunos aficionados comenzaron a invadir el campo desde las gradas, lanzando objetos con la intención de lastimar a los jugadores. Esta lamentable escena aumentó la tensión y generó un ambiente de caos en el estadio, afectando tanto a los protagonistas del partido como a la afición presente.

Debido a los incidentes, los organizadores decidieron cancelar la premiación en el césped y trasladarla a la sala de prensa del estadio, donde Herediano finalmente recibió el trofeo. Pese a alcanzar su trigésimo título nacional, el evento quedó marcado por el bochornoso episodio que opacó lo que debió ser una celebración histórica para el equipo campeón.