El Salvador era claro favorito para ganar el grupo y también para obtener el boleto a la Copa Oro. No falló. Logró ambos objetivos. Lo que nadie pensó es que había que sufrir y esperar hasta el último minuto del último juego ante selecciones semiprofesionales para poder celebrar.

Superó a Montserrat por 1-0 en un juego donde la Selecta, inexplicablemente terminó sufriendo y haciendo tiempo para que terminara el partido.

Todo parecía controlado cuando al 9’ Rafael Tejada anotó el primer gol de El Salvador. El delantero del FAS recogió una pelota en el área tras el error del portero rival, que despejó mal un balón y se la dejó servida. Un gol tempranero resuelve muchas cosas y además calma los nervios. Los aplausos fueron para Nathan Ordaz, que hizo un gran primer tiempo y estrelló un tiro en el travesaño.

La Selecta fue la dueña del partido, controlando sin problemas todos los aspectos del juego ante una Montserrat que nunca generó peligro. Sin embargo, a pesar de las ocasiones creadas no pudo concretar el segundo, el de la tranquilidad. Para peor, le anularon injustamente un gol a Darwin Cerén sobre el final de la primera etapa por una posición adelantada inexistente.

En la segunda etapa, la Selecta perdió algo de ímpetu, sobre todo porque el estado del campo de juego no permitía jugar. La pelota ya no circulaba con normalidad. Además, Monserrat se animó un poco más y al menos tuvo tres remates, aunque ninguno fue de gran peligro y fueron controlados por Tomás Romero. Pero pasaban los minutos y el equipo nacional, pese a su superioridad, no podía cerrar el partido, recordando que un empate podía complicarlos.