Pocos jugadores del Liverpool, ni siquiera el lenguaraz Salah, esperan la final de París al Real Madrid con más congoja que Loris Karius. El meta alemán fue uno de los grandes protagonistas, muy a su pesar, de la final ante blancos y 'reds' jugada hace ahora cuatro años justos, el 26 de mayo de 2018.

En Anfield no han olvidado sus dos excesos de confianza, en una jugada inocua ante Benzema y ante un tiro centrado de Bale, que sepultaron las opciones del 'Pool' y dieron al Madrid de Zidane su tercera Champions consecutiva.

Desde ese día, Karius ha afrontado un destierro que, pese a todo, no ha supuesto aún su desvinculación total del Liverpool. El club inglés ha evitado señalarle como el gran culpable de la derrota de hace cuatro años, y ha preferido esperar a la extinción de su contrato, fijada para el próximo 30 de junio.

A partir de esa fecha, Karius será libre para buscar destino, pero los precedentes de las últimas temporadas no dibujan un panorama muy alentador para el meta, que en breve cumplirá 29 años.

Tras el desastre del Olímpico de Kiev, Karius ha conocido la cara más amarga del fútbol. En la temporada siguiente tuvo que emigrar a una Liga menor, la de Turquía, en la que al menos encontró el tiempo de juego que en la Premier le estaba vedado tras la final ante el Madrid.

El meta encontró acomodo en el Besiktas, destino en el que permaneció dos temporadas, 18-19 y 19-20, acumulando un total de 67 partidos. Tampoco en Estambul tuvo una vida tranquila Karius, que mediada la primera temporada denunció al Besiktas por impagos.

Los roces con la propìedad fueron una constante durante los dos años que duró su cesión en la SuperLig turca. Tras esa primera cesión, Klopp seguía sin querer ver su compatriota por Melwood, el centro de entrenamientos del 'Pool' en Merseyside.

De manera que Karius tuvo que buscarse una nueva cesión, otra vez en un club menor para un jugador que había llegado a ser titular en uno de los grandes de Europa. El meta optó por un regreso a la Bundesliga, la competición en la que dio el salto a la élite, pero una vez más las cosas no funcionaron.

En el Union Berlin apenas jugó cinco partidos en la 20-21.El pasado verano, Karius regresó al Liverpool, pero las puertas seguían totalmente cerradas para él. Tras el desastre de Kiev, el club de Anfield rompió el techo de gasto en el fichaje de un portero por Allison Becker (75 millones de euros), que ha sido un fijo para el técnico 'red' desde la 18-19.

Karius es a día de hoy el quinto portero de la primera plantilla del Liverpool, con el que no ha jugado ni un minuto en la 21-22. La definición de un estatus en la web oficial del club inglés pesa sobre él como una losa: “Es parte del contingente de porteros” del equipo.