Por primera vez en su historia, Sonsonate, tierra natal de Chelo Arévalo, fue sede de una competencia de Copa Davis, esto gracias a la construcción, en tiempo récord, de dos canchas de arcilla de primer nivel.
“El Salvador perdió pero Sonsonate ganó y hay dos canchas nuevas que están a disposición del público, va a haber una academia gratis para los niños, eso es algo que me da muchísima alegría”, comentó el tenista de 32 años.
“Nos hubiese gustado ganar la serie, pero hay que buscarle lado positivo a las cosas, va a haber muchísimos niños en Sonsonate que van a tener la opción y la oportunidad de practicar el tenis gratis para desarrollarse en un ambiente deportivo”, recalcó Chelo, quien recordó que el tenis le cambió la vida y logró una beca para estudiar en Estados Unidos.
Tras la derrota, el equipo salvadoreño jugará el playoff por la permanencia del Grupo Mundial II ante un rival que definirá el sorteo previo a la jornada programada para febrero de 2024.
“Sabíamos iba a ser una serie complicada, Irlanda tiene un par de jugadores ranqueados a nivel mundial y sabíamos que el dobles iba a ser un partido clave; ellos fueron contundentes y nosotros nos quedamos golpeados. No se nos dio el resultado y la serie cayó 3-1 a favor de Irlanda”, dijo.
Arévalo, tenista ranqueado número 16 en listado mundial de dobles, también destacó la entrega de sus compañeros.
‘El Salvador compitió e hicimos nuestro mejor esfuerzo, pero a veces eso no es suficiente para ganar los partidos y tenemos que seguir trabajando como equipo. Los chicos tienen que seguir fogueándose y darse cuenta del nivel qué tienen”, fue otra de las valoraciones de Chelo.
Para el sonsonateco la experiencia y rodaje de los jugadores irlandeses se impuso.
“Estos chicos (irlandeses) todo el año están jugando torneos profesionales, hay uno que está ranqueado 800 del mundo, el otro ha jugado cuatro años en su universidad de Estados Unidos y torneos futuro, y creo que es gente que juega bien, que tiene mucho fogueo”, dijo.
Marcelo además mencionó que con este rodaje en Copa Davis, fue una buena experiencia.
“Creo que a los chicos de nosotros les falta un poquito de rodaje, un poco más de juego y eso es lo que estamos tratando de que ellos tengan. César Cruz tiene apenas 17 años; Diego Durán, 18 años, es un equipo joven que no dudamos que en los próximos años subirán su nivel y seremos más sólidos”, valoró.