El juego entre Chile y Bolivia, disputado el martes en Santiago, será recordado por varias cosas. Primero, por ser la primera victoria boliviana (2-1) de visitante en Eliminatorias Mundialistas en los últimos 31 años. Pero lo que se hizo viral, y generó mucha polémica, fue el gol con el que Chile logró el empate momentáneo.

Bolivia ganaba 1-0 en el Estadio Nacional y el público local no paraba de reclamarle a los jugadores. En ese contexto, al 39’, un pase atrás de un boliviano llega a los pies del portero Carlos Lampe. El guardameta se adelanta para recibir la pelota, pero queda a medio camino al sentir un dolor. Grita, levanta la mano... pero la pelota queda a merced del delantero chileno Eduardo Vargas, que libre de toda marca y con el portero lesionado recoge la pelota, la conduce hasta el arco y convierte para el 1-1 parcial.

Lampe, desde el suelo, reclamaba que se detuviese el partido, pero Vargas hizo caso omiso y anotó. La acción del gol molestó a los bolivianos y se produjo un enfrentamiento que terminó con amarillas para Erick Pulgar y Marcelo Suárez.

Lampe salió en camilla sin poder caminar directo a una revisión en una clínica de la capital chilena y tuvo que ser sustituido por Guillermo Vizcarra. Al término del juego, el entrenador de Bolivia, Oscar Villegas, confirmó que el arquero sufrió la rotura del tendón de Aquiles derecho, por lo que se descartó que la jugada haya sido una simulación o un error del futbolista.

¿Hizo bien en seguir la jugada y aprovecharse de la lesión del portero? ¿Debió detenerse en honor al Juego Limpio?