Varios de mis amigos, sobre todo aquellos que se autodefinen como poco conocedores del deporte, al enterarse de que estoy en París cubriendo periodísticamente los Juegos Olímpicos, me hacen casi las mismas preguntas. “¿Cuánto cuesta una entrada para ver un juego? ¿Son caras? ¿Se consiguen fácilmente? ¿Hay reventa?”
Ninguno de los que pregunta tiene intenciones de tomar un avión y volar a París, simplemente es por un tema de curiosidad. En fin, la respuesta express es esta: 1) van desde 15 euros a 2,700; 2) depende; 3) sí; 4) sí, hay reventa y es legal. OK: ahora vamos con la versión ampliada.
Desde antes que se pusieran a la venta las entradas había cierto temor de que determinados eventos se vean ante el mundo con butacas vacías, algo que finalmente terminó ocurriendo en muchos escenarios, incluyendo el fútbol. No es fácil conseguir 48,500 valientes que llenen el Parque de los Príncipes para ver un juego entre Uzbekistán y Egipto o un Malí-Paraguay. Ni siquiera con las entradas más baratas a 15 euros, suficiente para aquel que pase por ahí a esa hora, entre un rato y ya pueda decir a sus amigos con total autoridad que “yo presencié unos Juegos Olímpicos”.
Se especulaba que para el día de la inauguración había todavía casi 300,000 tickets para diferentes eventos de París 2024 sin dueño, o disponibles a la venta. Esos datos, publicados el Financial Times, se basaban en los 271.637 anuncios sobre ventas de boletos que circulaban en las redes. Ahí entra en juego la reventa, la ilegal y la legal...
En total, París 2024 puso a la venta 10 millones de boletos, la cifra más alta en la historia de los Juegos Olímpicos. Un plan ambicioso que tenía sus riesgos... ¿Y qué pasa si no los vendemos todos y algunos estadios lucen vacíos? Entonces elaboraron una interesante estrategia: todo aquel que quisiera comprar entradas -se vendían únicamente online- estaba obligado a hacerlo para tres eventos diferentes, de manera de ayudar a otros deportes con menos poder de convocatoria. En otras palabras, te doy gimnasia, pero te obligo a que me compres levantamiento de pesas o tiro deportivo.
Tres formas de comprar
Eso hizo que la mayoría adquiriese entradas para deportes que no quería ver, con lo cual los organizadores habilitaron una app para el público pudiera revender esos boletos “no deseados”. Esa sería la reventa local y los precios son apenas un poco más altos del original.
Después está la app oficial, donde todavía hay disponibles, y también los sitios habituales donde venden entradas para todo tipo de eventos, desde carreras de Fórmula 1 a partidos de Champions, a precios muy por encima del valor real.
Pasando en limpio, hay tres formas de comprar boletos: 1) app oficial de París 2024; 2) app oficial de reventa (10% más caro o igual); 3) sitios de venta de boletos deportivos (de 70% a 500% más caros).
Vayamos a los precios originales. Lo más barato eran las primeras rondas del fútbol, rugby y el balonmano, que empezaban en 15 euros. A veces, lo que le da valor alto es el deporte en sí mismo, como los 450 euros que se pagan por ver la gimnasia, y en otros por el lugar. Lo mismo la natación y el atletismo.
Sin embargo, también cuenta el escenario. No es lo mismo un simple estadio de fútbol que ver jugar al vóleibol playa al pie de la Torre Eiffel, que cuesta más de 100 euros, o las competencias de ecuestres en el Palacio de Versalles, que se cotizan de 300 euros para arriba.
Hasta aquí, los precios más altos fueron los de la ceremonia inaugural, que arrancaban en 900 euros e iban hasta los 2,700, estos últimos incluían un servicio de hospitalidad, con cóctel, cena y otras amenidades. Aun así, muchos quedaron disconformes porque pagaron una fortuna para la inauguración y a Celine Dion y a Lady Gaga la vieron por una pantalla de TV. Para la clausura, que normalmente es menos interesante que la apertura, ya se venden entradas a más de 6,500.

Haciendo una rápida búsqueda, en tiempo real, encuentro las siguientes ofertas en la app oficial: remo €40, tenis de mesa €100, hockey €70, judo €50, baloncesto femenino €80, water polo €24 y boxeo €100. Todos son “precios desde...”, pero muchas veces cuando uno quiere comprar ya no quedan de los baratos sino de las ubicaciones más caras.
En la página GoalTicket, que no tiene nada que ver con los Juegos Olímpicos, una entrada para el beach volley vale €400, un partido de tenis en la cancha central de Roland Garros se cotiza a €1,000 y la jornada de atletismo donde se corren los 100 metros planos va desde €450 a €1,500, dependiendo de la ubicación.
En definitiva, legal o ilegal, ya sea por hacer negocios o para recuperar el dinero, todos en París se dedican a la reventa, el deporte más practicado en estos Juegos Olímpicos.
Partido entre las selecciones femeninas de Nigeria y Brasil, en Bordeaux, con poco público. / AFP
