La Roma sigue siendo gafe para el Feyenoord. Por tercera temporada consecutiva el equipo ahora dirigido por Daniele De Rossi superó a los neerlandés en este nuevo clásico al imponerse por penaltis (4-2) en el playoff de acceso a octavos de final de la Europa League.
Tras el 1-1 en De Kuip, ambos equipos repitieron resultado en el Olímpico de Roma. Es la tercera eliminatoria que la Roma gana al Feyenoord en las últimas tres temporadas tras derrotarle en la final de la Conference League en 2022 (1-0) y superarle en cuartos de la Europa League en 2023.
El partido fue en la primera parte tan abierto e intenso como lo fue el pulso de ida en el De Kuip de Rotterdam. El ritmo de juego fue altísimo y las llegadas a ambas porterías fueron constantes.
El Feyenoord dio primero ya que en el minuto 5 abrió el marcador Santi Giménez. El goleador mexicano, inicialmente suplente en el encuentro de ida al salir de una lesión, marcó en una jugada confusa al poner su cuerpo para enviar a la red un balón rebotado. El VAR descartó que se ayudara con su brazo.
La Roma no acusó en absoluto el golpe y se lanzó abiertamente al ataque. El central David Hancko evitó en la línea que Romelu Lukaku empatara (10') pero en la siguiente jugada el Feyenoord también acarició el gol en una contra aprovechando que el rival dejó muchos espacios en defensa.
Fue Mats Wieffer quien se escapó solo y se plantó ante Mile Svilar, pero el meta serbio le tapó su disparo (12'). Del posible 0-2 se pasó al 1-1 en un pulso frenético. Stephan El Shaarawy retrasó para Lorenzo Pellegrini, que clavó el balón junto palo a media altura con un magnífico golpeo desde la frontal del área demostrando una vez más que es uno de los referentes de esta Roma con la llegada de Daniele De Rossi (15').
El propio Pellegrini puso poco después un buen centro que, ante la salida en falso del meta Timon Wellenreuther, cabeceó Bryan Cristante saliendo el balón lamiendo el poste (21').
De ahí al descanso la Roma mantuvo su intensidad en el juego y se adueñó ya del control del partido ante un Feyenoord más replegado en busca sorprender a la contra, aunque no hubo situaciones claras de gol.
En la segunda parte el ritmo bajó notablemente debido en parte por el desgaste de un partido hasta entonces muy exigente y también porque ambos equipos se mostraron más cautos al ser conscientes de que un error podía costarles la eliminación.
De Rossi relevó a un cansado Pellegrini y la defensa no dio opción a Paulo Dybala, quien apenas encontró espacios para desequilibrar.
En la prórroga se mantuvo la tónica, las precauciones, hasta que en el último suspiro Lukaku dos claras ocasiones consecutivas. Wellenreuther se lució para sacarle un disparo cruzado ajustado al poste y, en el córner, su cabezazo picado salió justo por encima del larguero.
Wellenreuther detuvo su penalti a Lukaku, pero Paredes, Cristante, Aouar y Zalewski, el definitivo, los transformaron, mientras Scilar paró los lanzamientos de Hancko y Jahanbakhsh, por lo que de nada le sirvieron al Feyenoord los aciertos de Ueda y Hartman.
